Osiptel: destrabando barreras, por Gonzalo Ruiz Díaz
Osiptel: destrabando barreras, por Gonzalo Ruiz Díaz
Gonzalo Ruiz Díaz

Durante los últimos meses, diversos columnistas han expresado críticas a las políticas regulatorias aplicadas en el mercado de telecomunicaciones. Básicamente, estas críticas se pueden resumir en dos afirmaciones: que la regulación habría limitado (“trabado”) las inversiones en el sector y que también sería el origen de monopolios (o falta de competencia). Ambas afirmaciones son incorrectas. Como expondremos a continuación, las cifras dicen exactamente lo contrario.

Entre el 2012 y el 2015, la inversión en el sector de telecomunicaciones ha alcanzado niveles sin precedentes, aun en años de desaceleración económica y reducción de la inversión privada en el país. Así, en ese período, la inversión total en el sector sumó US$4.553 millones, lo que representa un promedio de inversión anual 63% superior al registrado entre el 2005 y el 2011, siendo uno de los sectores más dinámicos el de telefonía móvil. Lo más interesante es que esta inversión ha provenido no solo de empresas que ya tenían presencia en el mercado, sino de empresas entrantes, como resultado de las reformas regulatorias implementadas en favor de la competencia.

Las medidas adoptadas por el Osiptel en favor de la competencia se han centrado principalmente en tres aspectos: la reducción de barreras a la libertad de elección de los usuarios, la reducción de barreras estratégicas a la entrada de nuevos operadores y una mayor información a los usuarios. 

En el primer punto, las medidas regulatorias atacaron los costos que enfrentaban los usuarios para el cambio de operador. Así, se relanzó la portabilidad móvil y fija, a través de procedimientos rápidos y expeditivos, lo que ha permitido pasar de 5.000 portaciones a más de 190.000 portaciones al mes. 

También se aprobó la eliminación del bloqueo de celulares (‘sim lock’) que impedía a los usuarios utilizar su propio equipo en la red de cualquier operador. Esto ha permitido duplicar la proporción de equipos comercializados a través de importadores independientes (distintos a las operadoras) y reducir los precios de los celulares. Asimismo, gracias al desbloqueo, nuevos modelos de negocio (como los operadores móviles virtuales) han logrado ingresar al mercado vendiendo líneas que pueden activarse en equipos móviles desbloqueados. 

En cuanto a las barreras estratégicas, en el 2015 se redujeron en más del 60% los cargos de terminación móvil, posibilitando un abaratamiento de las llamadas “entre redes distintas” de telefonía. El resultado: en un año la proporción de llamadas ‘off-net’ se ha duplicado, junto con un proceso de reducción en las tarifas, todo ello en beneficio de los consumidores y la competencia. 

Finalmente,  el Osiptel no se ha limitado a establecer medidas regulatorias que destraben las barreras a la competencia, también ha diseñado mecanismos que buscan fortalecer la capacidad de decisión del usuario. Así, se han lanzado herramientas informativas como Comparatel (comparador de tarifas), TeVeo (aplicativo colaborativo que permite medir nivel de señal), Señal Osiptel (aplicativo sobre cobertura), entre otros. 

Fruto de estas, junto a otras medidas, la participación de las empresas entrantes en el mercado móvil que en el 2012 llegaba apenas al 5% hoy supera el 20%.

Al igual que entidades públicas reconocidas por su oferta de información procesada (como el BCR, la SBS o el INEI), el Osiptel pone a disposición de la ciudadanía los mayores y mejores indicadores del sector y de las diversas empresas. Con ello promueve un mayor acercamiento de los usuarios y un mejor seguimiento del desempeño de un sector que es cada vez más relevante en el desarrollo nacional y en la calidad de vida de las personas. La competencia avanza en el sector telecomunicaciones. Un reto importante en el futuro para el país será consolidar este modelo promotor de competencia. No retrocedamos sobre lo avanzado.