La reforma policial, por Arturo Woodman P.
La reforma policial, por Arturo Woodman P.
Redacción EC

A raíz del incremento de la delincuencia en todo el país, que se refleja con el aumento del número de eventos delincuenciales en los últimos seis años que han subido de 100 mil a 250 mil anuales, la ciudadanía viene dando una serie de sugerencias para combatirlas. Por su parte, el ha implementado algunas medidas positivas, pero estas siguen siendo insuficientes. No se ha activado la ni se pone en marcha una imprescindible reforma policial.

Como integrante de la última comisión para reformar la (PNP) y como ex presidente de la , estoy convencido que tiene que realizarse una integral reforma policial y lograr que la PNP recupere su imagen y el respeto perdido debido a su falta de eficiencia y por los actos de corrupción realizados por malos policías, en contradicción del esmerado esfuerzo que realizan cerca de 100 mil efectivos

La reforma policial a emprender tiene que ser amplia. A la fecha, son varios los temas que se vienen abordando, entre ellos lograr paulatinamente un mejor sueldo y un entorno laboral más digno, con viviendas apropiadas y con un suficiente número, que les permita además transferir oportunamente su personal y evitar el enquistamiento y corrupción. Además, se debe continuar con la posibilidad de tercerizar los servicios de salud, para mejorar la pésima y deprimente atención actual, la que absorbe el 12% de su presupuesto y alrededor del 10% del personal total.

Independiente de la continuidad y mejoramiento de los temas señalados, deberá darse una atención especial a los siguientes puntos:

1. Eliminación progresiva y acelerada del inaceptable sistema de 24 × 24. Esto implica que un efectivo permanezca en servicio durante 24 horas y en compensación darles libres las siguientes 24. El programa se ha convertido en una de las principales razones por las cuales que a la PNP no le permite cumplir adecuadamente con sus responsabilidades, dado que trabajan agotados en su largo turno y sin descansar lo suficiente en las siguientes 24, porque toman otros trabajos en empresas privadas. Se estima que abolir en Lima este perverso sistema costaría S/.300 millones, que equivalen al 5% de su presupuesto, el cual asciende a S/.6 mil millones

2. Las 1.200 comisarías tienen que convertirse en el eje fundamental de la eficiencia y operatividad policial, para lo cual tienen que disponer de los medios para detectar, combatir y llegar con rapidez a los lugares de los incidentes. Para ello, deben tener en todas ellas un mínimo de un patrullero operando con radio troncalizado, en las 160 comisarías de Lima disponer de otros 1.500 y obviamente contar con computadoras que les permitan tecnificar sus operaciones y mejorar el servicio de atención a los ciudadanos. Además el comisario deberá tener al día su mapa delictivo y, según sus logros, deberá ser evaluado y premiado.

3. Cambiar el tiempo de los ascensos de los oficiales que actualmente son cortos. Como resultado de ello, muchos llegan jóvenes a comandantes o coroneles, perdiéndose su operatividad e incrementándose desproporcionalmente su número, generándoles una excesiva preocupación para ascender al grado superior.

Al lograrse una PNP reformada y eficiente, la ciudadanía le brindará su apoyo y confianza y en conjunto se derrotará la delincuencia.