No traben el MUNA, por Luis Castillo y Juan Pablo de la Puente
No traben el MUNA, por Luis Castillo y Juan Pablo de la Puente

Resulta sorprendente que en el octavo mes de gestión, el Ministerio de Cultura siga en silencio respecto al (MUNA). Al no responder públicamente, la opinión pública puede formarse una idea falsa del proyecto, en base a mentiras e inexactitudes. Consideremos, asimismo, que la contraloría no ha encontrado ilegalidad alguna en el proyecto, y el Centro de Patrimonio Mundial de la Unesco ha confirmado que no tiene objeciones. Además, el proyecto está financiado y en ejecución. 

Una de las funciones principales del es la conservación, investigación y almacenamiento adecuados de nuestros tesoros nacionales. El MUNA no es un capricho, es una necesidad, pues reducirá la gran brecha de capacidades, equipamiento e infraestructura de la que históricamente adolece el sector. Solo el 15% del área del MUNA serán salas de exhibición. El resto serán espacios de almacenamiento y laboratorios de conservación e investigación, así como de servicios educativos y culturales.

Se ha dicho que el MUNA está destruyendo Pachacámac. Es falso. Se ha dicho que se cerrará el Museo de Pueblo Libre. Es falso. También se ha dicho que su ubicación es alejada y que será visitado únicamente por turistas extranjeros. También es falso. Según la web del Mincetur, en el 2016, el número de visitantes a Pachacámac (153.117) es solo 5,7% menor al Museo de Pueblo Libre (162.271) y la proporción de visitantes nacionales es casi la misma (74% y 79%, respectivamente). Ello, sin contar con el futuro tren de cercanías y las ampliaciones del metro y de la Vía Expresa.

Siempre habrá una mejor ubicación; sin embargo, ello está en el campo de lo ideal y no de lo real. El terreno es propiedad del Ministerio de Cultura, detalle no menor, tomando en cuenta lo complejo de las transferencias de propiedad interestatales, aunado al hecho de que el sector Cultura no es prioridad, lamentablemente. Lo real es la preocupante condición en la que se encuentran nuestras colecciones arqueológicas.

Ahora el tema en evaluación en el Ministerio de Cultura, aparentemente, es el costo de operación del MUNA. ¿No existe acaso el consenso de llegar al bicentenario con un gran museo nacional a la altura de nuestro pasado? Sea donde se ubique, ello no será gratis. Si consideramos que el sector Cultura recibe solo 0,355% del presupuesto público, cualquier cifra parecería inalcanzable. De acuerdo con el Proyecto de Inversión Pública (PIP) del MUNA, para su operación y mantenimiento se garantiza un mínimo que equivale al 4,5% del presupuesto de este año del sector. 

Sin embargo, al igual que la fase de construcción del MUNA, su operación y mantenimiento no le deberían restar al presupuesto del Ministerio de Cultura, pues el MUNA debería ser un organismo público especializado (OPE) adscrito al sector Cultura y cabeza del Sistema Nacional de Museos, con una partida independiente asignada en cada ley de presupuesto; como es el caso de la Biblioteca Nacional, cuyo presupuesto anual de operación podría equivaler al del MUNA

Considerando la meta trazada por el presidente de la República de triplicar el turismo, una posibilidad podría ser invertir muy activamente en la conservación y gestión de los recursos culturales y no exclusivamente en infraestructura turística. Se podría destinar al sector Cultura parte del impuesto de 15 dólares que grava los boletos aéreos internacionales y que va íntegramente al sector Turismo (Ley 27889). Al fin y al cabo, la gran mayoría de los turistas nos visitan por nuestra cultura. 

El MUNA será una nueva infraestructura cultural para el cuidado e investigación de nuestros tesoros nacionales y, por ende, un gran destino educativo, científico y turístico que representará, a su vez, un gran impulso para la puesta en valor de Pachacámac y la renovación urbana de Lima sur. Como bien dijo el en un artículo publicado en este Diario: “Dicen que ante la sugerencia de cortar los fondos para las artes durante la guerra, Winston Churchill respondió: ¿Y para qué estamos peleando, entonces?”.