Se acerca la paz en Colombia, por Gino Costa
Se acerca la paz en Colombia, por Gino Costa
Redacción EC

La primera insurrección armada exitosa en América Latina en el siglo XX fue la cubana. Desde entonces tuvieron lugar otras que emularon la gesta de Sierra Maestra. Casi todas fueron derrotadas militarmente, a excepción de la revolución sandinista. Otras, como la salvadoreña y la guatemalteca, acabaron con soluciones negociadas. Lo mismo sucedió con cinco fenómenos similares en Colombia.

En el Perú, las insurrecciones armadas ocurrieron a principios de los 60 y durante la década de los 80 y principios de los 90. En el primer caso la victoria militar fue muy rápida, a diferencia del segundo, cuando se requirió de, por lo menos, una docena de años para derrotar estratégicamente a Sendero Luminoso y al MRTA. Veinte años después, Sendero subsiste aislado y debilitado en las inhóspitas e inaccesibles selvas del .

La más longeva de todas las insurrecciones latinoamericanas es la de las , que alimentadas por las drogas ilegales sobrevivieron al fin de la Guerra Fría, que en su momento llevó a las guerrillas centroamericanas a negociar la paz. Las FARC, en cambio, perseveraron en una apuesta militar o, más bien, en un empeño por seguir disfrutando de los negocios ilegales cuyo control territorial les garantizaba.

Si hoy día buscan una solución política al conflicto, es porque los durísimos golpes que les propinaron las fuerzas del orden durante los gobiernos de Uribe y Santos las obligaron a ello. Son conscientes de que de seguir la guerra terminarán derrotados; mejor negociar lo que queda de su poderío militar a cambio de incorporarse al proceso político democrático.

Múltiples gestos dan cuenta de que las negociaciones han entrado en su fase final y decisiva: el cese unilateral del fuego decretado por las FARC, la suspensión de los bombardeos aéreos por parte del gobierno, el acuerdo para retirar las minas antipersonas y la incorporación de altos mandos de las FF.AA. a la mesa de negociaciones para discutir con las FARC el cese definitivo de fuego.

Subsisten dos interrogantes. Primero, ¿cuánta justicia se podrá hacer con los dirigentes de las FARC sin poner en peligro la paz? Si bien no han entrado en una negociación para ir presos, tampoco es hoy posible una amnistía general y absoluta para quienes cometieron delitos de lesa humanidad.

Segundo, ¿cuál será el grado de respaldo popular a un acuerdo definitivo, y cómo este será refrendado? Con los antiguos aliados Uribe y Santos encabezando los bandos de la guerra y de la paz, hasta ahora Colombia ha estado dividida en dos, con una ligera ventaja a favor de Santos. La reciente caída en los niveles de violencia está fortaleciendo la opción de paz.

Con la finalización del conflicto colombiano se cerrará el ciclo que se inició con la revolución cubana hace 56 años. No es casual que su solución negociada esté gestándose en La Habana en medio del restablecimiento de las relaciones con Washington.