(Ilustración: Giovanni Tazza)
(Ilustración: Giovanni Tazza)
Alfredo Bullard

Gran expectativa causó el lanzamiento del álbum , por la editorial Panini. Se esperaban largas colas desde tempranas horas motivadas, entre otras cosas, por 36 años en los que el Perú no iba a un Mundial. Se anunciaba que se agotaría a los minutos de abrirse los quioscos y tiendas. Pronto Guerrero, Cueva, Tapia, Carrillo, Trauco, Gallese o Rodríguez junto con cracks internacionales, incluidos los mismísimos Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, estarán, en figuritas en manos de niños y adultos presurosos de cambiarlas para completar las distintas selecciones mundialistas.

Pero nadie podía predecir que ese mismo día, 22 de marzo, a la misma hora, se lanzaría un álbum que sería aun más esperado y exitoso: el álbum “Los impresentables-vacancias 2018”. Fue lanzado por otra editora: Editorial Paganini. Los accionistas de la casa editorial no están claramente identificados, y actúan por medio de empresas ‘offshore’ y transferencias de fondos de bancos en Gran Caimán y Andorra.

La visión y efectividad de Paganini para lanzar el álbum solo pocas horas después de la crisis política peruana que condujo a la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski dejó boquiabiertos a propios y extraños. Pero para algunos, la renuncia y los personajes relevantes eran totalmente predecibles. Venían haciendo de sus andadas hacía ya un buen tiempo.

A diferencia del mundialista, este álbum reemplaza futbolistas por figuritas de personajes lamentables de la política peruana: corruptos, mentirosos, inmorales, oportunistas e inescrupulosos (varios de ellos pertenecientes a más de una o a todas las categorías).

Distintas secciones dan cuenta de todo tipo de personajes que, al margen de sus características, ‘méritos’ y línea política, tienen en común ser repudiados por el público. Un comprador entusiasmado, álbum en mano (luego de hacer cola por más de cuatro horas), expresó: “Es como coleccionar a los villanos de Batman”.

Casi todos los presidentes y congresistas de los últimos 30 años (políticos, ministros, viceministros y otros funcionarios) aparecen fotografiados de frente, dibujando una sonrisa socarrona y, muchas veces, antipática. “A varios solo les falta el traje a rayas y el número abajo”, comentó un parroquiano.

La sección de ex presidentes es particularmente llamativa. Y es que, salvo Valentín Paniagua, están toditos. Y ni qué decir de la sección de congresistas en los que ninguna bancada se salva con un número mayoritario de sus representantes.

En la sección “Viejas Glorias” destacan Alan García y Alberto Fujimori. En la sección “Jóvenes Valores” la figurita más buscada es la de Kenji Fujimori. En esa línea, se destaca en la introducción del álbum que el apellido más común de los personajes es “Fujimori”. Y Fuerza Popular se lleva el galardón de partido político con más representaciones en figuritas. La gente se arrancha, en los usuales intercambios, las figuritas de Keiko, Becerril, Salaverry, Bartra, Chacón, entre otras, para intercambiarlas por las de Kuczynski o los Humala.

Hay también una sección llamada “Oportunistas” donde se encuentras las fotos de Verónika Mendoza (que curiosamente exclama “fuera los corruptos” a pesar de su vínculo con las agendas de Nadine Heredia y representantes de la alcaldía de Susana Villarán) o de los calladitos hasta que estalla el escándalo como Alfredo Barnechea o Julio Guzmán, todos pescadores que buscan aprovechar el río revuelto.

Como suele ocurrir en este tipo de publicaciones, hay “figuritas claves” que son difíciles de encontrar, para dificultar el llenado del álbum. Habría transcendido que entre ellas están las de Alejandro Toledo y Eliane Karp.

Para incentivar la compra de figuritas se ofrecen premios para quienes completen el álbum que incluyen almuerzos y reuniones con ministros y con el mismo Kuczynski. Y entre todos los que lo completen se sortearán obras públicas con porcentaje de participación incluida y con asignación de funcionarios en la institución pública correspondiente.

En la conferencia de prensa del lanzamiento, los representantes de Paganini explicaron muy bien la filosofía del producto. “Al igual como los álbumes de fútbol buscan motivar a los niños y jóvenes la admiración por los jugadores, nuestro álbum busca generar el efecto contrario. El intercambio continuo de figuritas de personajes impresentables marcará la recordación de las caras y nombres, y con ello los niños y jóvenes sabrán quienes son responsables de nuestra situación y de nuestros problemas. Es hora de que hagamos un esfuerzo para cambiar las cosas: no podemos permitir que la juventud olvide a los culpables”.