“Pórtate bien que hay visita”

Estamos en #modoAPEC y no es retórico decir que los ojos del mundo están puestos en nuestro país. No es poca cosa que los dos hombres más poderosos del mundo hayan pernoctado una noche en la misma ciudad: Lima. Nos referimos al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y al de China, Xi Jinping.

Por un momento, o al menos por dos días, es como si empresarios y políticos se hayan puesto de acuerdo para hablar de las diferencias en voz baja y para destacar la ventana de oportunidades e inversiones que se abre con la realización del encuentro de líderes del APEC y la cumbre de empresarios que reúne a 1.500 ejecutivos de las economías de Latinoamérica y Asia-Pacífico. “Pórtate bien que hay visita” pareciera la consigna.

Entre tanto, el mundo sigue y la inauguración del puerto de Chancay marca un hito no solo en el intercambio comercial, sino también en infraestructura, y nos coloca un paso adelante para convertirnos en el ‘hub’ logístico y comercial de la región. No es raro que ayer “El Mercurio”, el diario más importante de Chile, haya escrito en su editorial: “La inauguración de esta megaobra en el Perú plantea ineludibles preguntas respecto de nuestro país y su competitividad portuaria”.

“El Perú abre sus puertas a las inversiones de todo el mundo”, ha sido el discurso de Dina Boluarte ante los directivos de las empresas de las 21 economías del APEC. Y es cierto, quizás por unas horas seamos la capital del libre comercio y la economía abierta de mercado, pero lamentablemente el discurso de la mandataria colisiona con su visión de las empresas estatales, pues no se explica que haya elegido para dirigir Petro-Perú a personas que difieren de la necesidad de reformar urgentemente a la petrolera estatal con el ingreso de una administración privada.

Entre tanto, seguimos mostrando nuestros mejores resultados a las principales economías del mundo. Por ejemplo, ayer, el presidente del BCR, Julio Velarde, durante la inauguración del APEC CEO Summit 2024, mostró que el Perú tiene una inflación más controlada que la mayoría de las economías de América Latina.

¿Y después del APEC qué? Esa parece ser la pregunta que flota en el ambiente. Por lo pronto, ya se menciona que el Ejecutivo marcará una hoja de ruta tras este encuentro y son fundamentales la seguridad jurídica, la estabilidad política, un compromiso real contra la corrupción y una decidida lucha contra la inseguridad ciudadana. De otro modo, será imposible concretar todas las oportunidades que el APEC nos ha traído.

Mientras vivimos la promesa de inversiones, proyectos, asociaciones privadas y el anhelo de que nuestra economía crezca más del 4%, el lunes volveremos a nuestra realidad cotidiana de enfrentamientos, rencillas, ausencia de liderazgo y una preocupante inestabilidad política. Ya se fue la visita…