“Se notaba en las chicas y los chicos esa frescura y ambición por tener un Perú distinto y mejor, no solo desde el punto de vista económico, sino también político, social y, sobre todo, ético y moral”. (Ilustración: Giovanni Tazza).
“Se notaba en las chicas y los chicos esa frescura y ambición por tener un Perú distinto y mejor, no solo desde el punto de vista económico, sino también político, social y, sobre todo, ético y moral”. (Ilustración: Giovanni Tazza).
/ Giovanni Tazza
Pablo Lavado

Tengo el privilegio de dictar clases todas las semanas a chicos entre los 20 y 22 años desde el año 2012 en la Universidad del Pacífico. Desde hace un par de semanas hemos estado comentando acerca de los acontecimientos que hemos estado viviendo en nuestro país. El lunes, de la Mesa Directiva del , estuve charlando cerca de cuatro horas con ellos, no de econometría, sino recordando lo que pasó el fin de semana, compartiendo sentimientos vividos, reflexionando sobre lo que nos espera como país y, principalmente, como ciudadanos. A pesar de que avisamos de que no era obligatorio asistir, hubo una participación del 75% de los alumnos inscritos.

En lo personal, era escéptico de lo provechoso que podía ser esta actividad. Felizmente, estuve totalmente equivocado. Escucharlos me recordó el ánimo y la responsabilidad que mi esposa, que en ese tiempo era mi enamorada, evocaba cuando salió a . Se notaba en las chicas y los chicos esa frescura y ambición por tener un Perú distinto y mejor, no solo desde el punto de vista económico, sino también político, social y, sobre todo, ético y moral. Muchos de ellos se sintieron frustrados, deprimidos, agobiados hasta el llanto. Pero, satisfechos y emocionados por haber tenido la oportunidad de alzar su voz más allá del ciclo electoral. A pesar de que hablamos de varios temas, quisiera describir seis de ellos, comenzando con sus propias palabras.

Primero, “no es cuestión de tomar bandos, sino trabajar juntos, unidos”. Jóvenes o adultos, derecha o izquierda, los extremos siempre son malos. Ezra Klein, un reconocido periodista americano acaba de publicar un libro: “Why we are polarized?” (¿Por qué estamos polarizados?). En él describe el sistema político americano, considerando tanto a votantes como a periodistas, como órgano dividido y disfuncional como resultado de los incentivos que cada persona enfrenta para tomar sus propias decisiones. La principal fuente de división es la identidad, ya sea racial, religiosa, geográfica, ideológica o cultural. En este sistema, los medios de comunicación juegan un papel importante y contribuyen a dicha polarización que, finalmente, tiene resultados desastrosos como los que hemos visto.

Segundo, “debemos tener un compromiso social y político y trabajar interesados en el pueblo, en los demás”. Los jóvenes tienen un deseo de involucrarse más en la vida pública y política de nuestro país para empezar a generar un cambio. Sin duda, necesitamos más personas talentosas, pero, principalmente, íntegras. Tener la decisión de decir no frente a coimas y corrupción.

Cuarto, “hay excelentes y buenos profesionales dentro del sector público”. No solo se trata de los jóvenes que quieren un cambio en su país, sino también policías, maestros, profesionales de la salud, congresistas y muchos más que quieren un cambio dentro de sus ámbitos. No dejemos que un puñado corruptos capturen nuestro Estado.

Quinto, “educar en valores”. Más allá de todo el aprendizaje científico o técnico que adquiramos desde el colegio, es necesario que empecemos a construir una sociedad cuya base sea el respeto, la verdad y el espacio para la reflexión y la mejora. No podemos seguir hundidos en la mediocridad del individualismo.

Sexto, “conocer más nuestro país”. Tenemos la oportunidad de conocer otras realidades, otros contextos y las distintas necesidades que los peruanos enfrentan. Si no conocemos, si no evidenciamos, si no experimentamos, si no estudiamos, no podremos ayudar.

Esta fue una oportunidad enriquecedora y gratificante. Aprendí mucho de mis alumnos. Ellos me refrescaron y pudimos acercarnos un poco más allá de la superficial consistencia del parámetro estimado por variables instrumentales o de la heterogeneidad no observada permanente en el tiempo. Como hemos estado compartiendo varios amigos y colegas profesores de la universidad han vivido este tiempo con mucha nostalgia y fe en nuestros alumnos. ¡Muchas gracias alumnos de Econometría I y Econometría II del semestre 2020-II, son geniales y seguro que construirán una sociedad mejor que la que nosotros hemos hecho! El reto es enorme.