El candidato fantasma, por Fernando Rospigliosi
El candidato fantasma, por Fernando Rospigliosi
Fernando Rospigliosi

no es un candidato mudo, ahora es un candidato fantasma. Nadie lo ha visto en los últimos meses, salvo su entorno más íntimo y unas pocas personas que tienen la suerte de cruzarse con él en sus espectrales apariciones en algunos puntos de la ciudad.

Pero en realidad esos afortunados transeúntes que creen verlo no saben a ciencia cierta si es un doble de Castañeda, un imitador de Los Chistosos o un holograma. 
Augusto Álvarez Rodrich ha escrito que ese comportamiento del ex alcalde es antidemocrático –y tiene razón– porque un candidato tiene que explicar sus propuestas y, sobre todo, someterse al escrutinio público, respondiendo muchas preguntas sobre su pasada gestión y casos como el de Comunicore. O sobre su relación con su sobrino Martín Belaunde Lossio, hoy prófugo de la justicia por su participación en la corrupción de Áncash y antes muy cercano a la pareja presidencial. O sobre el congresista de su partido Heriberto Benítez, tan involucrado con el presidente regional de Áncash César Álvarez. O respecto a sus conversaciones con la pareja presidencial sobre su posible candidatura el 2016.

Pero el hecho de que la conducta de Castañeda sea poco democrática podría no importar a muchos. Desde el punto de vista de su estrategia electoral, si tiene poco más de 50 % de intención de voto sin hablar ni mostrarse en público –salvo en videos que distribuyen sus partidarios–, no necesita mucho más para ganar la elección.

La ventaja que lleva es impresionante. Pocas veces se ha visto una distancia tan abrumadora en una elección peruana. Él solo suma más que todos los otros 12 candidatos juntos. Su ventaja sobre la que va segunda, , es de cinco a uno.

Con una campaña corta, de solo dos meses, teóricamente es imposible que pierda. Salvo, por supuesto, el hecho que estamos en el Perú donde ocurren las cosas más insólitas.

Sin duda esta estrategia electoral de Castañeda ha sido diseñada por un equipo de campaña que apuesta a no arriesgar. Y quizás tenga razón, porque en las presidenciales de 2011 demostró ser un muy mal candidato.

Probablemente sea mejor mantenerlo mudo y alejado de los siempre incómodos periodistas, que tienen la mala costumbre de hacer preguntas difíciles. 

Otro asunto que juega a su favor es que la docena de candidatos adversarios le tienen miedo, respeto o ambas cosas, y no se atreven a criticarlo con decisión. De esa manera, si lo tratan con guantes de seda, él seguirá navegando cómodamente con su 50 % o más.

Es cierto que en estos casos, si hay un candidato que ataca al puntero con virulencia, probablemente le hará daño, pero al mismo tiempo él se hundirá. Así todos esperan que sea otro el que se sacrifique. Pero en tanto eso no ocurre, el ex alcalde se acerca cómodamente al triunfo.

La segunda en las encuestas, hasta ahora, es la alcaldesa Susana Villarán que ha hecho algunas apuestas muy arriesgadas. Su primer corredor vial, Tacna – Arequipa, ha empezado con dificultades, como es natural, y acaba de sufrir una nueva postergación. Pero si no da muestras de funcionar antes del 5 de octubre perderá votos, no solo de los usuarios sino de los que creyeron en la reforma del transporte, el buque insignia de sus logros.

Dos embotellamientos gigantes, la avenida 9 de octubre en San Juan de Lurigancho y la Costa Verde, por obras que parecen necesarias pero ocurren en un momento electoralmente inoportuno, no le aportarán votos a la alcaldesa y probablemente le resten. Peor todavía si en el último caso se ha comprometido a Mistura.

Por último, los medios informan que el . Él fue el estratega de la campaña de Alejandro Toledo el 2011 y, según algunos de los que participaron, tuvo el mérito de llevarlo del primer puesto que tenía al cuarto que al final obtuvo el ex presidente. Simplemente “un charlatán”, según anotó uno de los participantes en esa aventura.

En suma, como ha anotado Fernando Vivas en estas páginas, “si no hacen algo, gana el ‘Mudo’”, alentando a los candidatos que no son Castañeda y Villarán a tomar la iniciativa.