¡Castilla, no te muevas este año!, por Aldo Mariátegui
¡Castilla, no te muevas este año!, por Aldo Mariátegui
Redacción EC

Lo que queda de este año no pinta muy fácil. Internamente todo indica que vamos a tener un fenómeno de El Niño, que algunos vaticinan fuerte. De otro lado, tenemos un incierto año electoral (regionales y edilicios), de esos que siempre inquietan a los agentes económicos porque nunca saben qué va a decidir “el electarado”, sumado a un presidente tan políticamente inexperto –que no deja de enfrentarse inútilmente al aprismo, los medios y el fujimorismo–, al cual el Congreso ya le perdió respeto.

Todas estas amenazas meteorológicas y políticas internas vienen acompañadas por una perceptible retracción en la inversión privada y el consumo local (fíjense en el frenazo en la venta de autos) y un cada vez más evidente agotamiento en el uso de las tarjetas de crédito, esos placebos plásticos de los cuales están abusando demasiado nuestras clases medias y los cuales se estuvieron entregando muy irresponsablemente.

En el frente externo tenemos una desaceleración de esa gran benefactora nuestra que es China, lo que ya está repercutiendo en los precios de las materias primas, sobre todo en el cobre (25% aprox. de nuestras exportaciones totales), lo que ha generado la aparición, por primera vez en años, de déficits comerciales peruanos. Y si el crecimiento de EE.UU. se muestra vigoroso a partir de su primavera boreal tras este tan paralizante invierno y el empleo mejora, la FED (el emisor yanqui) cumplirá con dejar de adquirir valores a ese ritmo de US$ 80 mil millones mensuales para estimular su economía, lo que significará que el dólar se fortalecerá y atraerá el regreso de capitales internacionales a EE.UU. desde los países emergentes.

Ese fin del dólar barato va a demoler a Venezuela y Argentina (que están muy escasos de reservas efectivamente líquidas), pero también puede significar una crisis fuerte en los estratégicos Turquía, Sudáfrica, Indonesia y el juerguero Brasil (solo a estos subimperialistas megalómanos irresponsables se les puede ocurrir hacer unos carísimos Mundial de Fútbol y Olimpiadas en fechas tan cercanas. ¿Han visto cómo están subiendo los presupuestos? ¡Deben de estar robando allí de lo más rico mis queridos brasileños!).

Aquí ese recorte de la FED significará un dólar más caro y un engrosamiento del ya gordito déficit en cuenta corriente que tenemos. Felizmente hay dinero en las arcas públicas para hacer una política de gasto público contracíclico (si es que saben gastar rápido y no hacen la barbaridad del “mago” Valdivieso  en el recesivo 2008 de cerrar el caño) para estimular la economía y el BCR tiene una sólida “posición de cambio” en dólares (que es lo que se puede disponer. No todas las RIN, como falazmente se suele alegar. ¡Y siempre y cuando las usen! El BCR nos reventó a todos en 1998 por no soltar un chorro de dólares a tiempo. Gracias a la miopía del entonces titular Germán Suárez y la indecisión del gerente Rossini tuvimos una larga megarrecesión por gusto)..