Cinesiología, Marco Aurelio Denegri
Cinesiología, Marco Aurelio Denegri
Marco Aurelio Denegri

La ciencia de los movimientos o el tratado de ellos se llama cinesiología o cinésica, pero de ninguna manera cinesis, como dice la traductora del libro de Flora Davis, La Comunicación no Verbal, que además nos endilga kine y kinema, y resulta así grecizante por ignorancia.

La cinesiología es la ciencia de la expresividad humana. Podemos decir que en general equivale a lo que antes se llamaba psicología del gesto, es decir, psicología de los movimientos del rostro, de las manos o de otras partes del cuerpo con que se expresan diversos afectos del ánimo.

Decía Goethe que la palabra escrita es simple substituto de la palabra hablada; y es cierto. Pero habría que preguntarse si la palabra hablada es manifestación de todo lo que realmente queremos decir. No parece que con la sola palabra hablada podamos decir todo lo que queremos. Necesitamos, pues, para completar nuestro decir, de gestos y ademanes, movimientos y actitudes, muecas, visajes y mohínes, guiños y señas. Cuando la palabra hablada tiene toda esta parafernalia gestual y ademánica, entonces se convierte en palabra actuada.

Sabido es que hay pueblos más expresivos y comunicantes que otros. Por gesticulantes y ademánicos, los italianos expresan y comunican más que los alemanes o los ingleses, por ejemplo. El europeo, en general, se mueve y gesticula poco al hablar, y por eso, cuando va al África, aun cuando conozca la lengua del pueblo que visita, jamás logra ser cabalmente entendido por los nativos, cuya expresividad somática es notable.

La cinesiología distingue el cine o movimiento apenas perceptible, del cinema o movimiento mayor o más significante. Los norteamericanos tienen cincuenta o sesenta cinemas para todo el cuerpo, de los cuales treinta y tres corresponden a la cara y la cabeza. Más cinemáticos que los gringos son los bachiches y más que éstos los abetunados compadres de Nigeria y muchísimo menos que los nigerianos los nipones.

En cinesiología se llama emblema el movimiento corporal que tiene significado preestablecido, como el ademán del degüello. En este terreno se aprecia también la relatividad cultural. En efecto, entre nosotros se considera mala educación sacar la lengua, pero en el sur de la China sacarla denota turbación y en el Tíbet cortés deferencia y los isleños de las Marquesas la sacan para negar.

Finalmente, si la persona con la que se habla es simpática y agradable, los hombres y las mujeres la miran más, con la sola diferencia de que los hombres la miran más cuando ellos escuchan y las mujeres cuando son ellas las que hablan.