Alejandra Costa

Aunque la incapacidad del para aprobar el adelanto de elecciones es la mejor evidencia del terrible nivel del actual Parlamento, las iniciativas a las que sí buscan darles luz verde siguen demostrando que los no pueden –o no quieren– aprender de sus errores.

En primer lugar, sorprende que sigan tratando de revivir el ‘hit’ populista de los últimos años y propongan un séptimo retiro de los fondos de las AFP. Esta semana se presentaron dos proyectos de que buscan que todos los afiliados del sistema privado de pensiones puedan volver a retirar entre 3 y 4 UIT de sus fondos, pese a que los seis retiros anteriores han dejado ya a millones de afiliados sin un solo sol ahorrado para su pensión y, además, han generado graves problemas macroeconómicos.

A los que defendían los retiros y siguen proponiéndolos, habría que recordarles que el Banco Central de Reserva (BCR) ha tenido que comprar agresivamente bonos soberanos en el mercado secundario para compensar la menor demanda de estos papeles por parte de las AFP, que usualmente han sido los principales compradores de los bonos que emite el para financiarse.

Al achicarse los fondos de pensiones, se golpea la demanda por estos instrumentos de deuda y se eleva su rendimiento, incrementando, entre otros costos de financiamiento, las tasas de interés que se cobran por hipotecas. Analistas y autoridades advirtieron sobre este posible efecto, pero los legisladores del anterior Congreso y de este hicieron, como es usual, oídos sordos.

Esta propuesta se hace aún más grave dado que el Congreso recientemente ha promulgado una ley que permite a los afiliados de las AFP disponer libremente del dinero restante en sus fondos, una vez que el monto ahorrado alcance para financiar una pensión mínima que apenas cubra la canasta básica de consumo en el presente. Este cambio genera el riesgo de retiros masivos que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ha dicho que tratará de evitar cuando publique el reglamento.

El otro proyecto que demuestra que los congresistas tampoco aprenden de los errores cometidos por anteriores parlamentos es el que ha aprobado la Comisión de Trabajo para eliminar el régimen laboral de la exportación no tradicional, que permite la firma de contratos temporales para responder a la naturaleza estacional de actividades económicas como la agrícola, textil y pesquera.

Este grupo de trabajo parece haberse olvidado de las consecuencias nefastas para el empleo formal que tuvo la eliminación del Régimen Laboral Agrario en el 2020. De acuerdo con Comex Perú, en solo un mes desaparecieron más de 400 mil puestos de trabajo formales en el sector agrícola debido a que empresas del sector no podían asumir los costos laborales de trasladar a sus empleados al régimen general.

Creo que ya nadie espera leyes de buena calidad de este Parlamento, pero sería bueno que los congresistas no solo apliquen el adagio que dice que “si no está roto, no lo arregles”, sino que, más bien, empiecen a dejar de tratar de terminar de romper lo que empezaron a malograr en el pasado.

Alejandra Costa es curadora de Economía del Comité de Lectura