Mesa: Me ahorran explicaciones dos portadas sobre las listas, en esquinas opuestas del quiosco: “Peores, imposible” (“Correo”) y “Candidatos con denuncias buscan presidir la Mesa del Congreso” (“La República”). Más todavía, las conclusiones del editorial de El Comercio: “Vistos los antecedentes de ambos candidatos y a sus acompañantes, y considerando que uno de ellos será además […] la primera opción para reemplazar a la presidenta en caso de que sea apartada del cargo, podemos afirmar que […] el resultado de la votación de hoy será malo, de un lado o del otro”.

Ya con Alejandro Soto como presidente habrá que hurgar mucho más en los al menos 50 “problemas” penales que lo adornan. Entre tanto, lo más llamativo es la alianza que lo llevó a la victoria, la nada novedosa y, más bien, confirmatoria coincidencia de intereses entre Fuerza Popular y Perú Libre. Repito mi tuit: “Los que quieren tumbarse la Constitución van en alianza con los defensores a ultranza de la del 93. Los que denunciaron fraude en el 2021 van con los que supuestamente lo hicieron”.

Discurso: Desde hace mucho soy bastante escéptico de su importancia. De seguro dirá que la reactivación económica ya arranca, que hará denodados esfuerzos para mejorar la seguridad ciudadana, que las medidas que tomará (¡esta vez sí!) nos protegerán de El Niño y se ratificará en la “implacable” lucha contra la corrupción. Se omitirán dos “temitas”: que han eludido todo esfuerzo de búsqueda de la verdad sobre los 69 muertos (los causados por el Estado y los que son responsabilidad de los “manifestantes”), así como que el 80% quiere se vayan ella y quienes la oyen en el hemiciclo.

En el país del COVID-19, la anemia y el dengue, el verdadero discurso sobre la política de salud lo ha dado la última quincena.

“Renunció” a la ministra de Salud y buscó, con su reemplazo, fortalecer alianzas políticas, sin importarle que el escogido tenga una denuncia constitucional pendiente por tráfico de influencias agravado. A quien fracasó con el dengue, la premió con la presidencia de Essalud. Pero cuando ella nombró un comité anticorrupción, a mi juicio potente, y cuando sacó por indicios de corrupción al gerente general (compañero de trabajo de la presidenta en el Reniec y visitante de su despacho cuando era ministra), recibe la llamada de Dina: “Rosita, repón al gerente general inmediatamente”. Rosa Gutiérrez aseguró en fiscalía que entregará evidencias de lo dicho. Entre tanto, el novísimo presidente de Essalud carga con su cuota de denuncias penales y está afiliado a Perú Libre. Según fuentes de El Comercio, llegó al cargo porque “Boluarte sabe que tiene que mantener ‘contento’ al Parlamento”. El Colegio Médico del Perú exige su renuncia.

Si en la fiscalía lo de la investigación de la corrupción en el poder no fue flor de un día, este caso no está cerrado.

Ultimátum: El alcalde de Lima quiere también tener un rol en las fiestas, así sea al final: “Devuelvan los peajes el 29 de julio a las 12:00 de la noche”. Como ello no va a ocurrir, solo le quedaría “tomarlos” por la fuerza. Ya que la PNP no irá contra las leyes, solo podría hacerlo con los serenos. Una aventura demasiado arriesgada y que, por ahora, ha reducido a “nuevas acciones legales eficaces”. Pero como no estamos ante una persona fácilmente predictible, no sabemos cuál será el devenir de este enredo.

De insistir por el lado de la “expropiación”, le haría al país un daño incluso más profundo que el de los vándalos que quemaron muchos peajes durante protestas. Iría contra la seguridad jurídica, los compromisos internacionales, el respeto a los contratos y las decisiones de los tribunales arbitrales. Con ello, tendría popularidad momentánea, pero, a la larga, nos retrotraería a lo que el Estado buenamente pueda hacer; es decir, una gran mayoría de las vías quedaría convertida en islotes de asfalto, rodeados de un mar de baches.




*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Carlos Basombrío Iglesias es analista político y experto en temas de seguridad