Eso que la ministra Midori de Habich llama “contenido uterino” en su protocolo de aborto ‘terapéutico’ tiene otro nombre, uno que no miente sobre lo que realmente es: un ser humano con derechos expresamente señalados en la Constitución Política del Perú que ella y todo el gobierno humalista están obligados a respetar y hacer respetar.
Si no se acuerdan, así está escrito, apenas comenzando, en la Ley de Leyes que ordena el Estado de derecho en nuestro país:
“Toda persona tiene derecho: 1. A la vida, a su identidad, a su integridad moral, psíquica y física y a su libre desarrollo y bienestar. El concebido es sujeto de derecho en todo cuanto le favorece. 2. A la igualdad ante la ley”. ¿Qué dirá el Tribunal Constitucional?
Ese ‘contenido uterino’ de hasta 22 semanas, tal como dice el protocolo, será evacuado según el método más conveniente. Ya que se exige toda la información en este tema, la ministra Midori de Habich debería explicar también, con exactitud, cómo funcionan los métodos que aplicará. Es decir, si el aborto se hará por succión, mediante el cual se extrae al bebe hecho pedazos con un aparato semejante a una potente aspiradora, o por algún otro sistema aun más aterrador.
Un pudor hipócrita inhibe a algunos de enfrentarse a esta parte de lo que propone la guía del aborto ‘terapéutico’. Debería contarse la historia completa de lo que implica un aborto para el ser humano condenado a morir antes de nacer, en lugar de cerrar los ojos para no verlo.
Hay quienes se incomodan porque uno llama bebe, al feto, pero lo cierto es que cuando se ven imágenes de un aborto, lo que se ve son restos de eso, de un bebe, de una persona pequeñita hecha pedazos. Ahora bien, lo correcto es llamarlo feto, porque eso es en esta etapa de su vida, tal como después será niño, joven, adulto, anciano: siempre el mismo ser humano, desde el principio hasta el final. Porque no lo veamos mientras está en el vientre materno y sea un feto (aunque ahora sí se le puede ver cada vez con mejor resolución y mayor calidad) no significa que no es lo que realmente es.
En la semana 22, una ecografía nos permite ver con claridad su cuerpo ya formado, los brazos, las piernas y el rostro. En esta etapa se ha completado el sistema nervioso y el pequeño ser humano puede chuparse el dedo, sonreír o fruncir el ceño, expresando distintos estados de ánimo. Pesa unos 500 gramos y mide alrededor de 27 centímetros. Quienes tienen hijos y pudieron verlos en la pantalla de la ecografía recordarán que incluso antes de esto, allá por la semana 12, pudieron conocer el sexo de su hijo y antes, cuando apenas sospechaban que estaba allí, descubrieron que ya tenía un mes y escucharon su corazón latiendo con fuerza. Seguramente guardan con cariño esas imágenes grabadas en 3D.
Cuando se enferma una mujer embarazada, son dos los pacientes que el médico debe atender e intentar salvar. Nadie pretende que se deje morir a la madre; para eso, felizmente, la ciencia y la tecnología médicas han avanzado muchísimo y ayudan a salvar más vidas.
Aunque lo nieguen desgarrándose las vestiduras, esta guía del aborto ‘terapéutico’ sí abre las puertas del Perú a la multimillonaria industria del aborto; es el resquicio por el que intentará instalarse poco a poco en nuestro país.
Los promotores del protocolo dicen que gracias a él ahora se salvarán cientos de vidas; la verdad, por el contrario, es que se perderán.