Maria Cecilia  Villegas

La pandemia acrecentó la percepción de que existe entre las poblaciones más ricas y las de menos recursos. Esta desigualdad, real, es constantemente utilizada para cuestionar el sistema capitalista. Y pese a que el capitalismo es el mejor sistema económico creado por el ser humano para resolver necesidades humanas, sociales y ambientales; y que nos ha permitido a nivel global reducir la incidencia de la pobreza como nunca antes en la historia, no ha impedido que se cometan constantes abusos. El mercantilismo, la corrupción y la captura de rentas atentan contra la libertad económica, y siendo habituales en nuestro país han resultado en una deslegitimación del sistema capitalista y el aumento de la desconfianza en las y los empresarios.

Aunque el cuestionamiento al sistema capitalista y el fracaso del liderazgo son globales, en el caso peruano esto se acrecienta al ser uno de los países más desconfiados del mundo. Solo el 17% de los peruanos cree que se puede confiar en los demás. Pese a que año tras año el Barómetro de la Confianza (Edelman) revela que los ciudadanos esperan un liderazgo social de los negocios, en el Perú son pocos los que lo entienden. Seguimos inmersos en un capitalismo de corto plazo, guiados por indicadores claves de desempeño (KPI) financieros que muchas veces obligan a los CEO a tomar decisiones donde ya no importa si estas son éticas o si siguen el propósito de la empresa, sino exclusivamente si estas decisiones son legales.

Hoy en día las empresas enfrentan múltiples retos que hasta hace solo unos años les eran desconocidos. ¿Cómo puede contribuir un directorio a lograr que las empresas se transformen y esto no quede solo en ‘green’ o ‘pink washing’? Cada día es más claro el impacto que los directores independientes tienen en las empresas.

¿Cómo debe ser el directorio de una empresa que quiere lograr adaptarse a un mundo en constante transformación? La diversidad es clave. Comencemos con la diversidad de género. La evidencia demuestra que cuando un directorio tiene un real compromiso con la diversidad de género, las empresas tienen 21% más probabilidades de ser más rentables. Pero un verdadero compromiso con la diversidad de género no significa abrirle espacio a una mujer. Significa tener un directorio diverso en número.

Sin embargo, la diversidad no es solo de género. Tradicionalmente, los directorios de las empresas familiares han estado integrados por personas cercanas al líder familiar, que permitían garantizar que su visión –la del líder– primaría. En su mayoría, además, tenían un perfil financiero y gerencial. Hoy es claro que los directorios deben ser multidisciplinarios, con perfiles tan diversos como expertos en tecnología, innovación, sostenibilidad, regulación y política, para poder adecuarse a las demandas del mundo actual.

La evidencia demuestra que el director independiente, sobre todo aquel que se toma en serio su deber fiduciario y se convierte en una silla incómoda y disruptiva, logrará muchos mejores resultados, ya que buscará cuestionar constantemente teniendo claro el propósito de la empresa. Un problema con los directores independientes es el número de directorios a los que pertenecen. Una de las principales barreras para encargarles roles más ejecutivos en el proceso de transformación era el poco tiempo que tienen para dedicarle a la empresa. ¿Un director cumple efectivamente con su deber fiduciario al sentarse dos horas al mes en un directorio? ¿Qué es lo que realmente deberíamos esperar de los directores?

La diversidad generacional es también importante. Los ‘baby boomers’, los ‘X’ y los ‘millenials’ tienen visiones de la vida y del futuro distintas, además de intereses. Un directorio con perfiles diferentes tiende a generar discusiones mucho más ricas, llevándolo a evaluar posibilidades que un directorio con un perfil exclusivamente financiero, masculino y de mediana edad no consideraría.

Si queremos cambiar la forma de hacer empresa y ganar la confianza de los ciudadanos, necesitamos cambiar la forma de hacer empresa. Y para ello debemos cambiar la forma en que conformamos los directorios. Un directorio más diverso contribuirá a convertir a la empresa en una más querida por sus ‘stakeholders’. Mientras que, en un mundo como el actual, el que se demore en adecuarse probablemente perderá una parte importante del mercado.

*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Maria Cecilia Villegas es CEO de Capitalismo Consciente Perú