Al referirse a los recientes crímenes de los fundamentalistas, el papa Francisco señaló: “La inimaginable crueldad del Estado Islámico”.
El Estado Islámico se formó hace pocos años, a raíz de la llegada de las fuerzas estadounidenses a Iraq y la caída de Sadam Husein. Su líder actual es Ibrahim al Badri, conocido como Abu Bakr al-Baghdadi, proclamado califa Ibrahim en junio, un monstruo de crueldad e intolerancia, la máxima autoridad religiosa y política.
Ha invadido territorios del norte de Iraq, lo que produjo el éxodo de unas 50 mil personas en dirección a las regiones autónomas kurdas y Siria. De naturaleza yihadista suní, el Estado Islámico cada día gana nuevos adeptos, haciéndose cada vez más fuerte. Posee una gran riqueza, producto del saqueo, impuestos a los habitantes de las zonas invadidas y el contrabando de petróleo que le permiten comprar armas de todo tipo. Aplican la pena de muerte con gran crueldad, y divulgan sus campañas bélicas y ejecuciones mediante videos, como sucedió con el británico David Haines y los periodistas estadounidenses James Foley y Steven Sotloff, al momento de ser degollados.
Este grupo yihadista no concibe que pueda haber una religión diferente de la suya. Por eso, se ha propuesto eliminar a todos los cristianos que hay en la región, hechos divulgados para captar a los musulmanes que siguen las enseñanzas del Corán.
Sin embargo, el islam, creado por Mujamed (conocido como Mahoma) en el siglo VII d. C., tenía un gran respeto por Cristo, a quien consideraba un gran profeta. Esta religión predica la paz y solo permite que haya guerra con otros países si la atacan. En el Corán se consiente hacer la guerra santa, pero en todo lo demás es una religión pacífica que predica el amor y no se opone a que existan religiones diferentes a la suya. A quienes siguen su religión se les llama musulmanes, y así como los cristianos tienen la Biblia, los aquellos tienen el Corán, dictado por Mahoma poco antes de morir. La religión musulmana que pretende seguir el Estado Islámico no tiene nada que ver con lo que predica el Corán, porque es asesina y cruel.
El avance del Estado Islámico ha producido gran alarma en Estados Unidos y sus aliados europeos, a tal punto que el presidente Barack Obama ha autorizado ataques aéreos para destruir las posiciones de los yihadistas en Iraq y Siria. Asimismo, elementos del Estado Islámico luchan para apoderarse de Kobane. Desde Turquía, los peshmergas, milicias turcas de Iraq, con la autorización del Gobierno Turco, también están en Kobane para unirse a la milicia local, las Unidades de Protección Popular (YPG), para luchar contra el Estado Islámico
Para algunos analistas, el fundamentalismo islámico, que pone en grave peligro a la civilización occidental con la consecuente pérdida de la democracia y del respeto a la persona humana, no solo debe ser enfrentado con una coalición de países libres (tropas muy bien equipadas). También se debe crear un eje moderado de estados del Medio Oriente que podrían devolver el equilibrio a la convulsionada región.
Solo cuando se logre vencer al fanatismo religioso que instiga el odio y la violencia en Medio Oriente, cuando sus gobernantes permitan implementar leyes que pongan fin a la violencia contra las mujeres y niños, otorgándoles los mismos derechos y puedan trabajar para satisfacer las necesidades básicas de sus pueblos, recién así se podría evitar el surgimiento de otro monstruo como el seudocalifa.