Desacertadas propuestas fiscales, por Iván Alonso
Desacertadas propuestas fiscales, por Iván Alonso
Iván Alonso

En una extensa entrevista periodística, Elmer Cuba, vocero económico de Fuerza Popular, ha planteado tres propuestas que esperamos sean rápidamente desechadas, en caso su partido llegue a ser gobierno.

La primera es la que denomina “IGV justo” y que consiste en que la Sunat no les exija a las empresas el pago inmediato del IGV, o sea, al mes siguiente de emitidas las facturas que lo generan, sino al momento de cobrarlas. Sucede muchas veces que una empresa emite una factura, pero su cliente no le paga hasta 60 o inclusive 90 días después. De manera que la empresa tiene que pagar el IGV antes de cobrar, por lo que se vería forzada a ir al banco “a financiarse con tasas de interés altísimas”.

Pero el “IGV justo” parecería ser una solución a un problema que no existe. No hay necesidad de financiarse con un banco porque la propia Sunat da el financiamiento. Basta que la empresa declare oportunamente el IGV que le corresponde pagar, y puede diferir el pago. La Sunat le cobra un interés equivalente a 1,5% mensual, que para la gran mayoría de empresas en el Perú no puede considerarse una tasa altísima.

Si la idea es permitir que las empresas puedan diferir el reconocimiento (además del pago) de la obligación, mucho nos tememos que el “IGV justo” creará complicaciones en el formato de la declaración jurada del impuesto. Habrá que distinguir entre facturas pagadas y no pagadas; reportar aquellas que no habían sido pagadas hasta el mes pasado, pero que ya lo fueron; y seguramente justificar con lujo de detalles por qué algunas facturas siguen impagas dos o tres meses después de haber sido emitidas. La Sunat no lo va a hacer tan sencillo.

La segunda propuesta es subir impuestos. Más específicamente, subir la tasa del impuesto a la renta que pagan las empresas del 28% al 30% de sus utilidades. No hay una necesidad real de hacerlo porque, al reducir la tasa hace dos años, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) aumentó simultáneamente la que se aplica a los dividendos que salen de esas mismas utilidades. Mal puede decirse que estos cambios hayan afectado la recaudación, pues el impuesto a la renta de personas jurídicas (incluyendo los pagos de regularización) ha crecido más de 10% en lo que va del año.

Sin una perspectiva razonable de aumentar los ingresos fiscales, con lo cual uno puede estar o no en desacuerdo, es mejor no andar cambiando las tasas de los impuestos. Ya hay un camino trazado por el MEF. Démosles estabilidad a las empresas para que puedan planificar sus inversiones. Con el tiempo esas inversiones llegarán.

La tercera es una propuesta bastante riesgosa para la caja fiscal. Consiste en adelantarles el canon a las comunidades donde estén ubicados los futuros proyectos mineros. Con esa plata los gobiernos locales podrían ejecutar obras que les den “legitimidad social” a los proyectos. Pero ¿qué pasa si los proyectos nunca se materializan? Hay una serie de razones, desde una caída en los precios de los minerales hasta complicaciones imprevistas en la ingeniería, sin mencionar posibles exigencias adicionales de la comunidad, que pueden ocasionar un retraso e inclusive la cancelación de un proyecto. ¿Quién repone, en ese caso, el canon que ha adelantado el Gobierno Central? ¿En qué momento puede este estar seguro de que el proyecto avanza inexorablemente hacia su compleción?