Urpi Torrado

Entender las expectativas de la población y atender sus necesidades es cada vez más complicado. Difícilmente hay consenso en todos los temas e incluso dentro de las mayorías hay posiciones diversas. Definir estas diferencias como polarización es incorrecto. Polarización implica que hay dos posiciones opuestas en disputa. Sin embargo, dependiendo del tema, puede haber muchas posiciones y por lo tanto más de un

Más de un Perú, por Urpi Torrado (ilustración: Giovanni Tazza)
Más de un Perú, por Urpi Torrado (ilustración: Giovanni Tazza)

Es cierto que hay elementos que nos unen como país, como es el orgullo por la comida y la música. También hay acuerdo en el rechazo a la situación actual, así como a los representantes del y . Sin embargo, hay diferencias en las expectativas, en las posiciones y en el cómo realizar los cambios. No se trata de posiciones , de izquierda y derecha, pues la mayoría de la población no tiene idea qué implica cada una de estas posturas, incluso algunos con posiciones que suenan contradictorias como el ser , pero. Tampoco se trata de versus el resto de los departamentos del país. Sí, hay algunos temas en los que los limeños piensan distinto al resto del país, pero hay otros en los que la población del sur opina diferente y los limeños están de acuerdo con los ciudadanos de otras regiones. Y si analizamos por edad, nivel socioeconómico, género o cualquier otra variable, siempre encontraremos diferencias muy marcadas dependiendo del tema.

Esta fragmentación puede ser el resultado de diferencias culturales, étnicas, religiosas, o de cualquier otro tipo que generan distanciamiento y falta de cohesión entre los peruanos. El tema se agrava por la falta de confianza en las instituciones y la sensación de que estas no representan ni atienden adecuadamente las necesidades de la población. Esta desconfianza está profundamente arraigada y se ve reflejada en el escepticismo hacia las iniciativas políticas y sociales. La incapacidad de las instituciones para ofrecer soluciones efectivas y rápidas solo aumenta la brecha. Este descontento social y frustración se agravan por los tiempos que vivimos. Hoy la información es abundante y las opciones son infinitas. La población cada vez más espera que les hablen directamente a ellos, atendiendo sus necesidades específicas y resolviendo sus problemas particulares. Esta tendencia refleja un cambio hacia una expectativa de atención y servicio casi exclusivo, donde las personas no solo quieren ser reconocidas como individuos únicos, sino que también buscan soluciones rápidas y efectivas a sus desafíos personales. Así como las marcas les hablan directamente a sus consumidores, la población espera que los políticos la atiendan directamente. Existen herramientas (algunas potenciadas con ) que permiten esta hiperpersonalización o personalización a gran escala. Es posible llegar a audiencias específicas con mensajes puntuales, aunque no es un tema solo de comunicación, sino también de resultados concretos.

En muchos países, la hiperpersonalización se ha convertido en una herramienta esencial para conectar de manera más efectiva con los votantes. Los políticos y sus equipos utilizan data y análisis predictivos para comprender mejor las necesidades, preocupaciones y deseos específicos de diferentes segmentos de la población. Esto les permite crear mensajes y propuestas altamente personalizados que resuenan directamente con los individuos, aumentando así la eficacia de sus comunicaciones y su capacidad para movilizar a sus bases. La hiperpersonalización en la política no solo mejora la relevancia de los mensajes, sino que también puede fortalecer la confianza y el compromiso de los ciudadanos, al sentir que sus líderes comprenden y abordan sus problemas de manera directa y específica. Sin embargo, este enfoque también plantea desafíos éticos y de privacidad, que deben ser cuidadosamente gestionados para evitar la manipulación y el abuso de la información personal.

La fragmentación social es un desafío importante para el Perú. Se trata de reconocer que hay más de un Perú, lo que requiere esfuerzos concertados para reducir las desigualdades económicas y sociales, promover el entendimiento y la inclusión cultural, y fortalecer las instituciones públicas. Solo así podrá el Perú superar las divisiones que lo fragmentan y avanzar hacia un futuro más unido y próspero.

*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Urpi Torrado es CEO de Datum Internacional