Las proyecciones económicas del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) no deberían reflejar la personalidad del ministro de turno, pero en el gobierno de Dina Boluarte estas han migrado del vivaz y engañoso optimismo de Alex Contreras al desangelado y frontal derrotismo de José Arista.
El Marco Macroeconómico Multianual (MMM) que se publicó en agosto del año pasado fue casi una labor de ficción, que llevó a que los gastos que se presupuestaron para el 2024 no guarden relación alguna con los impuestos que pueden recaudarse este año y a que se renovara el compromiso de reducir el déficit fiscal por debajo del 2,4% del PBI en el 2023 –que finalmente no se cumplió– y de seguir recortándolo hasta cumplir la meta del 1% del PBI en el 2026.
Ya con el nuevo ministro, el Informe de Actualización de las Proyecciones Macroeconómicas publicado esta semana se está inclinando, más bien, por reconocer veladamente la incapacidad del MEF para promover una recuperación de la economía que sea impulsada por el sector privado y por generar los ingresos fiscales suficientes para cubrir los gastos del aparato estatal y reducir el déficit.
Aunque el MEF pronostica un crecimiento del PBI para este año del 3,1% –por encima del 3% que se preveía en el MMM de su antecesor–, este avance no se daría por una mayor demanda interna de la que se esperaba en ese entonces, sino porque las menores importaciones compensarán que las exportaciones crezcan menos de lo previsto.
En este mismo camino desmoralizante, el MEF está tirando la toalla en sus esfuerzos para cumplir la trayectoria del déficit fiscal fijada en el 2022 y reconoce que tendrá que pedir al Congreso que establezca un nuevo camino para que la regla del 1% del PBI recién se alcance en el 2028.
Con este cambio, que estará acompañado de un mayor espacio para endeudarse, se otorgará más libertad al Estado para que gaste recursos públicos, pese a que se está reconociendo también que los ingresos a través de impuestos van a ser menores de los previstos, por lo menos, hasta el 2027.
¿Cuál extremo es el mejor? Ninguno. Lo ideal sería volver a tener un MEF técnico, que, por un lado, tenga un diagnóstico ajustado de lo que está sucediendo y de los riesgos en el horizonte, pero que también, por el otro, se ponga la valla alta en lo que concierne a su obligación de incrementar los ingresos fiscales y hacer más eficientes los gastos del Estado para asegurar la sostenibilidad fiscal sin sacrificar el dinamismo de la economía. Que sus proyecciones vuelvan a ser un faro para el sector privado y no un reflejo del humor del ministro. Para eso último, nos basta y sobra la lamentable entrevista que dio Arista a RPP esta semana.