Donald Trump, el crecimiento económico de las regiones y la aprobación de la detención preliminar

Este martes en el Semáforo conoce la postura de “El Comercio” sobre tres temas importantes. Primero, se destaca el crecimiento económico de las regiones en el Perú. En segundo lugar, se cuestiona la amenaza a los medios de comunicación del presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump. Finalmente, se hace un llamado de atención al Congreso y su demora al aprobar restablecer la detención preliminar para casos que no sean en flagrancia.

🟢LO BUENO🟡NI MALO NI BUENO 🔴 LO MALO

🟢 REGIONES EN CRECIMIENTO

Según el Instituto Peruano de Economía (IPE), 20 de las 24 regiones del país cerrarán este año con un resultado económico positivo, algo que no ocurría desde el 2021. En Lima, la economía viene repuntando gracias al consumo producto de la liberación de los fondos de las AFP y el aumento del empleo formal. En el norte, la agroexportación se viene recuperando, al igual que la pesca de anchoveta. Sin embargo, el IPE advierte que los ingresos por habitante aún se mantienen por debajo de los niveles prepandemia en once regiones.

🔴 AMENZA INACEPTABLE

En su primera conferencia de prensa como presidente electo de los Estados Unidos para el período 2025-2028, Donald Trump insinuó que demandará a los medios de comunicación a los que tildó de “corruptos” y “deshonestos”. Lo hará, explicó, para “enderezar a la prensa”. Trump adelantó que iniciará acciones legales contra un periódico local de Iowa que vaticinó que Kamala Harris ganaría con una ventaja “de unos tres o cuatro puntos” en dicho estado. “En mi opinión, eso es fraude e injerencia electoral”, afirmó el republicano.

🔴 DESIDIA CONGRESAL

Luego de aprobar una ley que le hace el juego al crimen organizado, finalmente el Congreso aprobó restablecer la detención preliminar para casos que no sean en flagrancia, tal y como estaba dispuesto inicialmente. Sin embargo, el Legislativo se demoró dos días en enviar al Ejecutivo la autógrafa para que la corrección sea oficial. Mientras tanto, los riesgos de la norma continúan latentes. Cuando el Congreso quiere acelerar algo, no tienen problema en hacerlo, por lo que esta demora suele puede interpretarse como desidia.