Ejecutivo y Congreso deben buscar entendimientos: R. Ferrero
Ejecutivo y Congreso deben buscar entendimientos: R. Ferrero
Redacción EC

Por la forma tan accidentada y finalmente débil aprobación del nuevo Gabinete Ministerial, presidido por , la imagen del gobierno ha quedado visiblemente mellada.

La sensación generalizada hoy es que el ha perdido fuerza política y tiene pocos interlocutores. Además, debido a un contexto internacional desfavorable, como consecuencia de la desaceleración china, nuestra economía se verá afectada este año con un crecimiento menor al del 2013 (5,1%).

Si a esto agregamos la casi segura presencia del , con regular intensidad, tenemos que prepararnos para superar varios escollos que van a requerir de un redoblamiento de esfuerzos si no se quiere perder el buen ritmo alcanzado por la economía peruana en los últimos años.

Y se suma a esto también un clima electoral que comienza a calentarse por cuanto ya están por iniciarse las campañas electorales municipales y regionales previstas para fines del presente año, lo que hace que las fuerzas políticas ya piensen y actúen en función a ellas.

Como se puede apreciar, el gobierno deberá conducirse con el mayor cuidado en los tiempos que vienen si no quiere ser desbordado por hechos o circunstancias adversas que deberá enfrentar desde ahora para que las cosas no escapen de sus manos.

El hecho de que el nuevo Gabinete sea más de corte técnico no debería constituir un inconveniente siempre y cuando este entienda que su accionar deberá ser esencialmente político, en circunstancias en que la oposición ha ganado terreno, a un punto tal que ha sido capaz de organizar un bloque respetable en el , que bien puede en cualquier momento hacer sentir su fuerza para exigir cambios de políticas o de ministros cuando considere que los resultados no son los que el país espera.

Y esta vez el gobierno deberá tener el mayor cuidado para que la primera dama guarde su lugar, a fin de no enardecer a los adversarios impacientes que están pendientes de la menor intromisión para con ello descalificar al Gabinete en pleno, hacerlo responsable por una indebida injerencia y pedir la renuncia de sus miembros por no hacer prevalecer sus propios criterios y políticas. 

La primera dama puede válidamente ejercer sus funciones de presidenta del Partido Nacionalista fuera del y sin la presencia de los ministros. Dentro de su hogar podrá aconsejar a su marido las veces que quiera pero sin inmiscuirse en las labores del Poder Ejecutivo.

Este panorama general hace recomendable para el gobierno buscar un mayor acercamiento con las fuerzas políticas representadas en el Parlamento, y poder seguir adelante con el programa económico que viene aplicando así como para continuar con los programas sociales que se vienen ejecutando.

A su vez, es evidente que tiene que hacer un esfuerzo por sintonizar mejor con la población y que no ocurra lo que sucedió con la pérdida de importantes puntos de aceptación popular del presidente de la República después del aumento de sueldo a los ministros, cuando ello se debió hacer por tramos y en línea con la ejecución de determinados resultados objetivos, y así no echar por la borda los buenos puntos a favor ganados con el fallo de La Haya.

El Congreso también deberá actuar con cordura y suficiente grado de responsabilidad para buscar entendimientos racionales con el Poder Ejecutivo.

Una tensa relación del gobierno con el Congreso no puede llevar al país a ningún buen rumbo, ya que si se siguiera deteriorando la relación entre ambos el más afectado será el sistema democrático que es indispensable preservar, por lo que resulta imprescindible evitar su debilitamiento o resquebrajamiento.