El triunfador de las elecciones fue el presidente Martín Vizcarra que consiguió su objetivo: un Congreso fragmentado, sin posibilidades reales de constituir un contrapeso al poder del Ejecutivo, como es necesario en una democracia.
No son solo nueve partidos, sino 130 individuos, porque la inmensa mayoría de los elegidos no tienen mucho que los una con sus compañeros de bancada y probablemente harán lo que les venga en gana; es decir, defender sus intereses particulares. Un terreno fértil para que el Gobierno los seduzca con cualquier tipo de prebendas.
Pero hay más que eso. Si al Congreso anterior lo impugnaban por casos de corrupción, el nuevo podría superarlo con creces.
El caso de Podemos, con alta votación y 11 representantes, es ilustrativo. El partido de José Luna Gálvez –dueño de Telesup– fue inscrito fraudulentamente, con firmas falsas, como ha precisado Ricardo Uceda, que ha publicado varios reportajes de investigación al respecto en “La República”: “La ONPE venía siendo controlada por un sector del Consejo de la Magistratura (CNM) que respondía a José Luna y a su operador, José Cavassa. […] La ONPE validó ilegalmente firmas falsas de adherentes de Podemos, y fue así como consiguió inscribirse en el JNE” (24/12/19).
También Uceda ha explicado cómo controló el CNM, pagando cifras millonarias a Guido Aguila e Iván Noguera (el “doctor rock”) por libros que esos individuos dijeron haber escrito. También Telesup le compró por un precio fabuloso una casa en Pueblo Libre a Noguera. A ellos y otro miembro del CNM, Julio Gutiérrez, se les conocía como “el trío Telesup” (25/6/19). La cifra de los descomunales pagos de Telesup a esos excepcionales magistrados por sus libros ya se conoce: S/1’309.734 (“Gestión”, 19/1/20). Un generoso aporte de esa importante casa de estudios a la ciencia jurídica peruana. Nadie entiende por qué esa universidad no ha sido licenciada.
El gerente de Telesup que firmó los contratos con los magistrados es José Luna Morales, hijo del dueño de la universidad, al que le encontraron S/300.000 en efectivo en su automóvil en octubre pasado. Hoy es un flamante congresista electo por Podemos.
Como dice Uceda, la auténtica organización criminal que la fiscalía debería estar investigando es esa. Pero no pasa nada, la fiscalía se concentra en perseguir a los adversarios del presidente y ahora Podemos tiene poder político gracias a la significativa bancada que ha llevado al Congreso. Otro resultado de la victoriosa lucha anticorrupción que el presidente Martín Vizcarra y la coalición que lo respalda vienen llevando adelante.
Luna Gálvez está investigado ahora por otro caso.
El procesado por el asesinato del periodista Hugo Bustíos, Daniel Urresti, encabezó las huestes ‘podemistas’ y ahora pretende presidir el Congreso. Él ha realizado su fulgurante carrera política a base de falsedades, exageraciones y mentiras. Por ejemplo, como revelé en esta página, el 1 de agosto del 2014 el entonces ministro del Interior de Ollanta Humala anunció personalmente el decomiso de cientos de kilos de cocaína en el camión de un candidato fujimorista en Barranca. Desde ahí me desafió públicamente, porque yo lo había denunciado antes por sus persistentes engaños: “Les he pedido encarecidamente que el pesaje sea exacto para que vaya llevando la cuenta el señor Rospigliosi”. A los pocos días la fiscalía demostró que todo era mentira. No era cocaína, era yeso.
Entonces dije: “Estamos ante un ministro que abusa sistemáticamente de su poder, falsificando la realidad una y otra vez y, lo que es peor, enlodando honras sin escrúpulo alguno. La impunidad alienta el delito. Urresti se siente impune porque dispara embustes diariamente, denigra a personas y no pasa nada. Por eso no se va a detener” (“Otra mentira de Urresti”, 31/8/14). En efecto, no se ha detenido y ahora el pueblo peruano lo ha premiado convirtiéndolo en el candidato más votado de estas elecciones.
El importante resultado alcanzado por un vientre de alquiler, Unión por el Perú (UPP), se explica sin duda por la simbólica candidatura de Antauro Humala. El desquiciado que encabezó una asonada que costó la vida a cuatro policías ha arrastrado al Congreso, desde la cárcel, a 13 candidatos.
En conclusión, el resultado de las elecciones comprueba que la labor destructiva del presidente Vizcarra y la coalición que lo respalda ha logrado aniquilar a sus adversarios y, al mismo tiempo, ha dejado expedito el camino para el surgimiento de líderes populistas que, aprovechando la demolición institucional y el descrédito y desconfianza que han sembrado Vizcarra y sus aliados, puedan tentar el poder el 2021, con consecuencias catastróficas para el Perú.