Claudia Chiroque

“De nuestro noble oficio, el periodismo, se dicen muchas cosas. También que los escritos, atinados y sabios en su día, apenas sirven para envolver pescado pasada la jornada. Tratemos pues, en lo posible, que sea el arte de envolver pescado”. Nunca me hizo tanto sentido lo escrito por Antonio Cisneros, justamente porque hace unos días encontré una de mis columnas como envoltorio de una palta en proceso de maduración.

Y agradezco el hallazgo porque ha motivado estas líneas. No pretendo abrir un debate sobre el valor de conservación físico de las cosas y cómo definiría esto su interés o desinterés; por el contrario, intento darle perspectiva a este binomio columnista/lector recordando lo que, para mí, nutre esa relación. Las diferencias son importantes. Se puede estar de acuerdo o no con los columnistas, la importancia de escribir lo que se cree y defiende es precisamente abrir una discusión sana y con argumentos entre quienes nos leen y el círculo con el que se comparte. Aunque sé que muchos quisieran la réplica directa con el columnista y no hacerlo tal vez vuelva impersonal este vínculo, que usted, estimado lector, vuelva la siguiente semana es la mejor señal de réplica: una sostenible y que encuentra acogida con percepciones diferentes.Lo segundo invaluable es la responsabilidad frente a nuestro compromiso de opinar y discutir temas con respeto, de ajustarnos a la verdad contada sobre los hechos y poniendo la crítica sobre las sombras de los protagonistas de esas historias. Por trillado que pueda sonar: que no se pierda la oportunidad de devolvernos memoria colectiva.Lo tercero importante es reconocer que tenemos una función en paralelo a la informativa que es la de educar. Y hay que hacer de esta una herramienta contra la desinformación que ha motivado en estos últimos tiempos discusiones circulares. El reto es generar una plataforma dispuesta a sobrellevar estas discusiones con espíritu crítico y ese es nuestro estímulo en un escenario tan polarizado que necesita capacidad de escucha de opiniones diferentes.

Dicho esto y faltando tan poco para empezar un nuevo año, que no nos falten los buenos matices y en el balance deseo un 2024 ofreciéndoles también historias con personajes que valen la pena admirar y aplaudir, porque esa es también nuestra labor pese a que la coyuntura, casi siempre política, pareciera demandar mayor atención.Estimado lector, volviendo a las palabras de Cisneros, ojalá que usted se identifique con este arte de hacer periodismo responsable y coherente y que lo valore como tal.

Para la persona que pudo finalmente disfrutar esa palta, que sepa que lo quiero más por haberme recordado el valor de mis escritos, pero, sobretodo, por disfrutarlos tanto como sus paltas. Feliz 2024, lectores queridos. Que no dejemos de soñar con un mejor país para todos.

Claudia Chiroque es Periodista y abogada