“La grave crisis venezolana”, por Raúl Ferrero
“La grave crisis venezolana”, por Raúl Ferrero
Redacción EC

RAÚL FERRERO

Jurista

Desde que reemplazó a en Venezuela, la crisis económica, social y política, en dicho país, se ha ido complicando cada vez más.

No se puede explicar cómo un país tan rico en producción de petróleo y que a la vez posee una de las reservas más grandes del mundo de este recurso maneje con tanta impericia sus asuntos internos, a tal punto que su tasa de inflación resulte inmanejable, lo que hace casi imposible predecir cualquier cálculo económico.

La raíz de los problemas por los que atraviesa el país llanero está en el modelo político que escogió Hugo Chávez hace casi una década y media, inspirado en el cubano, creando lo que el sociólogo ha dado en llamar el “socialismo del siglo XXI”, el cual ha fracasado ruidosamente.

Hoy en Venezuela, prácticamente, no existe prensa libre, habiendo el gobierno, poco a poco, tomado los canales de televisión, y las estaciones de radio, lo que ha llevado inclusive a que la prestigiosa cadena termine siendo controlada y la prensa extranjera hostigada, a la vez que a los medios escritos independientes se les hace casi imposible imprimir sus diarios por la falta de papel periódico y ahora se ha suspendido el acceso y difusión de información vía Internet.

Las pacíficas marchas de protesta estudiantiles han puesto en evidencia el nivel de antagonismo que existe entre el creciente número de descontentos frente a un gobierno que consideran dictatorial, y que es respaldado por las fuerzas militares. La juventud que ha salido a las calles a protestar enérgicamente contra el gobierno que ha sumido a Venezuela en esta grave crisis exige la convocatoria a un referéndum revocatorio para el 2016, lo cual está permitido por la Constitución del Estado.

A esto se agrega la continua alegación de la oposición sobre la violación sistemática de los derechos humanos y la decidida participación de , líder del partido Voluntad Popular, quien ha asumido un rol confrontacional abierto contra el gobierno, a diferencia de la menos radical de , quien se enfrentó a Nicolás Maduro en las polémicas elecciones de comienzos del año pasado, que le dieron el triunfo a este último.

El gobierno acusa a López de ser el responsable de la insurgencia popular que ha sido reprimida con violencia y de ser el instigador de los disturbios que han ocasionado el desorden por el que atraviesa hoy Venezuela, por lo que pesa una grave denuncia penal contra él ante las autoridades judiciales.

Los acontecimientos han llevado a que si bien el Movimiento por la Unidad Democrática (MUD) siga unido, el liderazgo de Capriles esté siendo afectado por el de López, quien ha asumido posiciones opositoras más avezadas y decididas, más aun ahora que se ha entregado voluntariamente para ser encarcelado en un centro militar, por lo que él denomina el “aparato corrupto” de la administración de justicia de su país. Esto ha llevado a que hoy López encarne una posición más desafiante, que sintoniza mejor con los jóvenes estudiantes contestatarios, que siguen aumentando.

Aunque es difícil predecir el futuro, todo parece indicar que las marchas de protesta continuarán en aumento contra el gobierno del chavismo, encarnado en las desacertadas políticas que han llevado a generar una grave crisis económica, social y política que se sigue agravando sin visos de solución.

El discutido pronunciamiento de la sobre estos hechos ha sido sumamente tibio.

También llama la atención la actitud contemplativa de la ante hechos que indiscutiblemente ameritan su pronunciamiento, cuando lo que está en juego es el sistema democrático de un país de la región.