Después de las lluvias incesantes debido al ciclón Yaku, las localidades del norte están afrontando una situación crítica por el dengue. Solo en Piura y Lambayeque se han registrado más de 100 y 80 muertos, respectivamente. Como si no fuera suficiente, estas golpeadas regiones ahora atraviesan por una plaga de grillos. Esto, debido a tres factores que promueven su índice de reproducción: elevadas temperaturas, lluvias y alta humedad. Los grillos no son nocivos para la salud, pero sí son molestos por el ruido que emiten. Debido a ello, es altamente probable que la población afectada se desespere y rocíe pesticidas o plaguicidas. Sin embargo, aumentar la dosis de fumigación o la frecuencia de esta no hará que el grillo deje de proliferar.
El grillo, aunque muy ignorado en nuestro país, es conocido como “el insecto del futuro” por su alto valor nutricional. A esta práctica de dieta a base de insectos se le conoce como entomofagia. Por ejemplo, en nuestro continente, los mexicanos consumen los famosos chapulines y los colombianos, los hormigones. Incluso en nuestra Amazonía, el suri es un plato tradicional.
En el Perú, proyectos exitosos se han dado a nivel de universidades. El primero es el proyecto ‘Hiki foods’ por parte de estudiantes de la Universidad del Pacífico, otro proyecto llamado ‘Chococrik’ producido por estudiantes de la Universidad de Ciencias y Artes de América Latina (UCAL), además de una tesis con harina de grillos llamada ‘CriCrack’ de la Universidad Nacional de Piura. Todas las investigaciones convergen con la opinión del fundador de ‘Krick-it Chiapas de México’, pues sostienen que los grillos tienen más proteína (más del 50% de aporte) que la carne de res, siete veces más vitaminas B12 que el pescado, dos veces más que el hierro de legumbres y 1,6 veces más calcio que la leche. Asimismo, la crianza de grillos es sostenible y muy sencilla. Los beneficios de la implementación de este proyecto son múltiples, pues consumen pocos recursos para su crianza como el espacio en términos de tierras agrícolas. Además, el consumo de agua es mucho más sostenible comparado con la crianza de ganado vacuno. La empresa Zuustento argumenta que para un kilo de carne de vaca son necesarios aproximadamente 15 mil litros de este líquido, mientras que para un kilo de proteína de grillos tan solo se necesitan 1.800 litros.
El ingeniero agrónomo Renato Calle, profesor de la Universidad Católica Sedes Sapientiae, indica que los grillos que proliferan en el norte consumen rastrojos y hierbas. Esto significa que no compiten con el alimento humano, ni tampoco de aves o ganado. Sin embargo, es probable que el consumidor peruano no se acostumbre al consumo directo de insectos por considerarlo repulsivo en comparación con otras especies. Por ello, se puede iniciar con proyectos de proceso de harina de grillo para fortalecer la seguridad alimentaria de muchas familias. La harina de grillo puede servir como alimento para aves, ganado vacuno y porcino, pues estos animales metabolizan rápidamente este subproducto. Con esta iniciativa se podría aprovechar los factores de proliferación de grillos que tenemos en Piura y Lambayeque. No solo se puede alimentar a los animales que nos dan carne con un empleo de menos recursos a un costo mucho más bajo –trasladado al precio final del consumidor, que pagaría un precio más barato que el actual–, sino también emplear mano de obra que pueda ganar un ingreso a través del uso de la innovación en la generación de esta economía circular. Asimismo, otro subproducto interesante para el crecimiento de las plantas es el hummus de grillo. Este fertilizante derivado de los excrementos y los exoesqueletos de los grillos es un producto lleno de nutrientes que mantienen la humedad del suelo; un excelente complemento al problema de escasez de fertilizantes sintéticos que venimos arrastrando desde el año pasado.
Las medidas políticas poco proactivas para resolver los múltiples problemas que nos aquejan son preocupantes, más aún ante un fenómeno de El Niño global pronosticado para fines de este año. En un país donde la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura evidencia que una de cada dos personas se encuentra en una condición de inseguridad alimentaria moderada o grave, y donde el 40,1% de los niños menores de tres años sufre de altos índices de anemia, la presencia de la proliferación de grillos en el norte puede convertirse en una gran oportunidad.
La proteína de insectos como los grillos no es algo nuevo. Se suma al avance científico respecto del desarrollo de proteínas vegetales o incluso de algas que ya han sido estudiadas por muchos años. La necesidad de que el Estado se apoye no solo en la sociedad civil, sino también en la ciencia mediante institutos de investigación y las universidades públicas y privadas para contribuir con el desarrollo de medidas preventivas y proactivas efectivas generaría enormes beneficios no solo en la salud, sino también en la economía y en los ecosistemas del Perú. Solo hace falta voluntad para aprovechar esta oportunidad.