Cuando monseñor Bambarén y los párrocos de la Iglesia de Santa María describieron en la misa de honras fúnebres, en frases cargadas de simbolismos cristianos, la vida de Henry Pease (HP), a más de uno se nos humedecieron los ojos.
Al final su hija menor leyó un testimonio conmovedor que ahondó ese enorme vacío que deja alguien consecuente, con una vida cuyo propósito estuvo dirigido a pensar y actuar por su familia de sangre y por su gran familia que fueron los hombres y mujeres comunes que menos tienen.
Con un profundo respeto por sus luchas, que día a día recrean la búsqueda del sentido de sus vidas.
HP nos dejó el sábado en la noche. Quedó su legado. Mencionaré dos temas de gran trascendencia que reflejan su convicción de que la democracia empieza desde abajo. Y que el país se puede pensar a partir de la dimensión cotidiana, que tiene en lo municipal el primer escenario de la vida social.
Corría la década de los 80 y por primera vez en América Latina una ciudad capital iba a ser dirigida por un frente de organizaciones políticas, intelectuales de izquierda, que tenía a la cabeza como alcalde al abogado Alfonso Barrantes y como teniente alcalde a HP, que condujo la más grande transformación en el gobierno de la ciudad.
Se diseñó el Plan de Estructuración Urbana, la reforma del transporte, la planificación participativa, la recuperación de los valles de Lima. No hubo invasiones y se reorganizó el gobierno municipal en secretarías, que fueron una suerte de ministerios de la ciudad. Me tocó formar parte de ese equipo. Lima se convirtió en un referente en América Latina. Gestiones posteriores desanduvieron todo el camino, dejándonos la ciudad atrasada de hoy.
Más tarde, el 2003, HP fue presidente del Congreso, en una gestión memorable que culminó en la designación de Valentín Paniagua como presidente de transición. El 2012, la actual alcaldesa lo invita para que lidere la elaboración del Plan Regional de Desarrollo Concertado de Lima al 2025 y HP regresa a sus fuentes: la democracia local. El resultado es la propuesta más seria para Lima de los últimos años, enriquecida con un proceso de consultas ciudadanas inédito, aprobada por la Asamblea Metropolitana y el Concejo. Tuve el honor de estar presente en ese trabajo.
Lima tiene hoy una hoja de ruta que interpreta su rol en el territorio regional y modela un futuro posible que sirve de base para las propuestas del PLAM.
El Perú vive ahora una de sus más grandes paradojas: crecimiento económico sostenido, reducción de la pobreza y al mismo tiempo una crisis de liderazgo sin precedentes; partidos desprestigiados, corrupción en todos los niveles, narcopolítica, el reino del interés personal.
Los jóvenes no creen en los políticos. Hombres excepcionales como HP tenían la virtud de honrar el quehacer político y cautivar a las nuevas generaciones. Hoy no aparece nada decente a la vista, con excepciones contadas con los dedos. Pena por el país. Descansa en paz, querido amigo.