Ironías de nuestra política, los médicos salvan vidas todos los días y a cualquier hora, pero el Gobierno los trata como si fueran unos malandrines, además de inútiles, inservibles e innecesarios. O sea cualquier burócrata vale más que un médico en el Perú de hoy.
Al denigrarlos los ministerios correspondientes y al querer desacreditarlos la policía los trata peor que a pandilleros. La represión brutal ante las marchas de protesta de los galenos avergüenza al mundo entero. Imagine si en Francia, Italia, España, EE.UU. o en Colombia, Chile o Brasil se les da varazo limpio, golpe, lacrimógenas, gas pimienta, por plantear reclamos salariales que solo encuentran un entercamiento insano en el gobierno de Ollanta Humala.
Los accidentes médicos ocurren en nuestro país y en el orbe, pero es más la buena imagen que tienen los profesionales de la salud que la mala. Porque los médicos curan, lo salvan a uno de la parca, a la que todos tememos. Sin embargo, el maltrato tan obcecado del régimen denigra la imagen de nuestros galenos. Tienen poca importancia porque, sin duda, son escasos los miembros del Ejecutivo que acuden a los hospitales de salud pública.
El estado de los mismos es de terror, de deterioro, abandono y precariedad. Pero ahí trabaja el médico al que se maltrata y combate a la muerte. Así como en estos tres años no se invirtió en escuelas tampoco en hospitales ni en su mantenimiento. Basta ver el nuevo Hospital del Niño abandonado, monumento perfecto de lo que es el odio político en el Perú. Lo hizo el rival, que se frieguen los niños.
El reclamo de los médicos del Ministerio de Salud es claro. Hace dos años, luego de una huelga larga consiguieron una escala salarial que iba desde 6.500 hasta los 10.500 soles. Nótese que sus colegas de Essalud ganan bastante más y son mejor tratados. Cosas de este gobierno: ese acuerdo consensuado fue dejado de lado por el Minsa. En el 2013 promulga el Decreto Ley 1153 para ordenar sus planillas. Fue cuestionado.
Como si los médicos peruanos fueran oligofrénicos, el Minsa incorpora los bonos que ya recibían y que en promedio sumaban 1.500 soles. Pretender que eso sea un aumento es un insulto grande a profesionales que realizan delicadas operaciones al cerebro, al corazón, riñones y le dicen al paciente qué le pasa a su cuerpo. En buena cuenta, el aumento se limitó a magros 200 soles y en otros casos a 800 soles. En promedio ganan igual que antes. Los ministros ganan 30 mil ‘mangos’ y burócratas calificados van por ahí. Nada salvan pero así es.
El rumor entre los galenos es que el Ministerio de Economía se ha empernado en su absurda decisión porque teme que tras los médicos vengan otros reclamos. Los hombres de blanco tienen una y mil propuestas, que incluyen la progresión, cuadros varios, etc. En el propio Minsa los colegas administrativos miran con horror esta insensatez gubernamental. Pero nada pasa, el delirio gubernamental cree que quebrará a los médicos. Un régimen sin neuronas.