Héctor López Martínez

El BAP Unión navega en pos de la isla de donde debe arribar dentro de pocos días. Tenemos registro histórico de Guam, antes que tuviera ese nombre, desde el viaje de Hernando de Magallanes, que culminó Juan Sebastián Elcano, circunnavegando la Tierra, como lo hará también nuestro bello y marinero buque escuela. Cuando las carabelas de Magallanes se adentraron en el mar que él llamó , no tenía idea de su inmensidad. Navegaron más de 90 días con vientos calmos que apenas permitían el avance de las naves. La comida y el agua se acabaron, cundía el escorbuto. Finalmente, el miércoles 6 de marzo de 1521, como anotó Antonio Pigafetta, cronista de esa empresa, avistaron tres islas y decidieron echar el ancla en la más grande para conseguir agua y provisiones. Estaban en la maniobra cuando súbitamente decenas de canoas repletas de hombres los abordaron impunemente apoderándose de todos los objetos posibles, incluso un bote propiedad de Magallanes.

Al día siguiente, 40 europeos armados con ballestas, con su jefe a la cabeza, desembarcaron en la isla que se llamaría Guam, tomaron lo que necesitaban y luego de una refriega en la que murieron seis nativos incendiaron algunas de sus viviendas. Este desafortunado encuentro dio motivo para que los expedicionarios llamaran a esas tierras “Islas de los Ladrones”. Muchos años después, el 22 de enero de 1565, la expedición de Miguel López de Legazpi, que iba a las Islas Filipinas, hizo aguada en la isla mayor y tomó posesión de ella y de otras dos cercanas en nombre de la corona española.

El sacerdote jesuita Diego Luis de San Vítores (1627-1672), nacido en Burgos, que predicaba en Manila, logró que la reina regente Mariana de Austria le concediera licencia para evangelizar esas tres islas que él bautizó con el nombre de Marianas. En 1668, junto a otros sacerdotes jesuitas, inició en Guam su sacrificada labor apostólica. San Vítores fundó el primer templo en la isla al que llamó Dulce Nombre de María. Esta isla mayor tenía el nombre de Guaján, que conservó durante toda la etapa española de su historia que duró hasta finales del siglo XIX. La cristianización de los chamorros, que así se llamaban los nativos de la isla, no fue sencilla y el padre San Vítores murió asesinado. Guaján adquirió gran importancia desde el siglo XVI hasta 1815, pues se convirtió en punto obligado de recalada del Galeón de Manila, que una vez al año partía de Acapulco hasta las Filipinas llevando mercadería de España y América y retornaba al puerto de México lastrado de productos de China, Japón y otros lugares de Asia. Se levantaron fortificaciones en Agaña, capital de Guaján, y la ciudad fue creciendo poco a poco, al igual que la población, gracias a un intenso mestizaje.

Guaján y las otras dos islas, Saipán y Rota, están ubicadas en la Micronesia del Pacífico Occidental. Guaján tiene una extensión de 549 kilómetros. Los gobernadores de esas lejanas tierras eran nombrados en Madrid, destacando la gestión de Mariano Tovías (1771-1774), gran urbanista, impulsor de la ganadería, agricultura y pequeña industria de la isla. En 1898 estalló la guerra entre España y los . Fue un doloroso descalabro militar para los españoles que perdieron las Filipinas, Puerto Rico y las Marianas. Guaján tenía una guarnición de solo 54 hombres que tuvo que rendirse ante la poderosa escuadra norteamericana. A partir de 1900, Guaján pertenece a los Estados Unidos con el nombre de Guam, con el estatuto de territorio no incorporado.

Los norteamericanos impusieron su estilo de vida y su idioma en Guam, pero la impronta hispana subsiste hasta el presente. El chamorro es un idioma con un 40% del lenguaje nativo y el otro 60% de español. La mayoría de la población es católica. El 8 de diciembre de 1941, un día después del ataque a Pearl Harbor, fuerzas japonesas atacaron las Marianas que cayeron en sus manos. Los ‘marines’, con el apoyo de la flota más importante reunida por los Estados Unidos, iniciaron la tarea de recuperar las islas. Los combates fueron singularmente sangrientos con grandes bajas en ambas partes. Los japoneses luchaban hasta morir, jamás se rendían. Finalmente, el 21 de julio de 1944 la bandera de las barras y estrellas volvió a ondear sobre Guam, que se convirtió en el gran aeropuerto desde donde los aviones B-29 partían para bombardear implacablemente el archipiélago nipón. Al momento, Guam sigue siendo un punto estratégico de gran importancia militar. Es una isla moderna y próspera. Su población se calcula en 173.456 habitantes.




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