El presidente Martín Vizcarra ofrece una conferencia de prensa, el sábado 21 de marzo del 2020.
El presidente Martín Vizcarra ofrece una conferencia de prensa, el sábado 21 de marzo del 2020.
Federico Salazar

El gobierno actuó rápido al decretar como estrategia contra la epidemia del (COVID-19). No actuó rápido, en cambio, en tapar las filtraciones.

El aeropuerto Jorge Chávez fue una coladera. Bajó mucha efectividad al aislamiento obligatorio el que no se resanaran a tiempo estas fisuras.

De San Isidro a La Victoria, los incumplimientos del aislamiento . Hay aglomeración en los mercados, en el transporte y no hay sistemas especiales para personal de salud.

Los problemas vienen de gobiernos anteriores. Este tuvo la gran oportunidad de corregir los viejos errores. No lo hizo.

La gran oportunidad fueron los Juegos Panamericanos. Se debieron cancelar. Se debió pensar más como la cigarra que como la hormiga, como en la fábula de Esopo.

La hormiga trabajó en el verano, mientras la cigarra cantaba y celebraba.

Fueron . Tuvimos Panamericanos y los celebramos. No tuvimos: agua potable para 60% de colegios, ni hospitales públicos recuperados o nuevos. Ahora lo lamentamos.

El gobierno no mejoró las emergencias, no mejoró la atención de primer nivel, no capacitó ni suministró recursos, logística, indumentaria, para no hablar de medicinas. La epidemia ha puesto en evidencia estas falencias.

Hoy se tiene que trabajar en atender los casos en el domicilio de los contagiados. Se tiene que perfeccionar la central dedicada. No puede volver a suceder una muerte por error burocrático.

La epidemia de la llamada gripe española de 1918-20 produjo entre 20 y 40 millones de muertes. Algunos estiman hasta 50 millones de muertes.

La pandemia del coronavirus ocasionó, al 20 de marzo, un total de 10.048 muertes. Esta cifra se va a elevar. Más allá de los recaudos, no obstante, no se trata ni se tratará de una epidemia de millones de muertos.

El mundo desarrolló sus economías de manera espectacular en los últimos 100 años. Hoy tenemos más recursos, más conocimiento y mejor comunicación que en 1918-20. Podemos enfrentar mejor las epidemias y pandemias.

China, felizmente, salió, desde los años 80, de la economía centralizada que la mantenía en la pobreza. Las reformas de privatización y liberalización de sus mercados impulsaron el crecimiento.

El desarrollo económico chino, basado en las reformas de los 90, permitió tener los recursos (dinero y personas capacitadas).

El nuevo alcance de las comunicaciones nos ha hecho partícipes de todo. En las redes opinamos y queremos vernos “mejores”: con el Photoshop y suscribiendo lo “políticamente correcto”.

Es la era del autochantaje moral. Hago y digo lo que me hace quedar bien ante los demás. Doy a las cosas no la importancia que tienen, sino la que tienen a los ojos de mis redes.

Este cambio crea el espejismo de las dimensiones. Nos asusta una pandemia que, con lo grave que es, comparativa e históricamente, no tiene el tamaño que adquiere en los medios, en las redes y en la política.

Por supuesto que hay que enfrentar el problema. No hay que cederle muertos a la enfermedad. Por eso mismo el gobierno debe ser transparente y reconocer que no está preparado. Y de ahí empezar.

Se requieren buenas reglas, pero también buen cumplimiento.

Alemania ha tenido 67 muertes, de 19.848 infectados (0,34%). Suiza, 54 muertes de 5.294 contagiados (1,0%). Corea del Sur, 94 muertes frente a 8.652 infectados (1,1%). Chile, con todos sus problemas, tiene 0 muertes con 434 infectados.

Son cifras al día 20 de marzo. No son rigurosamente comparables. El número de pruebas no es homogéneo y la población tamizada no tiene valor muestral. A pesar de ello, los números nos dan una lección.

Hay que seguir a estos gobiernos y a estas sociedades. No hay que perderse en lo “políticamente correcto”.

Esta epidemia no es el apocalipsis. Se debe estudiar bien el costo asumido y los beneficios que esperamos.

¿De qué sirve, por ejemplo, parar la economía si un hombre que va al hospital muere porque lo devolvieron a su casa?

El gobierno debe decir, claramente, qué va a hacer para reparar estas fisuras del sistema. Nos debe explicar qué y cómo se va a corregir.

¿Qué es la covid-19?

La covid-19 es la enfermedad infecciosa que fue descubierta en Wuhan (China) en diciembre de 2019, a raíz del brote del virus que empezó a acabar con la vida de gran cantidad de personas.

El Comité Internacional de Taxonomía de Virus designó el nombre de este nuevo coronavirus como SARS-CoV-2.

¿Cómo se contagia el coronavirus?

La covid-19 se contagia por el contacto de una persona sana con otra que esté infectada. Esta enfermedad se propaga de persona a persona mediante las gotículas procedentes de la nariz o boca cuando el que se encuentra enfermo tose o exhala.

En muchos casos, estas gotículas caen sobre objetos o superficies, que después tocan otros individuos y se llevan a la nariz, ojos o boca cuando pasan sus manos por la cara.

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