María Cecilia  Villegas

Ica lleva perdiendo más de US$200 millones en menos de dos meses a raíz de los bloqueos. En Machu Picchu han tenido que evacuar a 400 turistas que estaban varados por la destrucción de las vías del tren y los bloqueos. Los aeropuertos de Arequipa, Juliaca y Jaén, cerrados. Los hoteles, restaurantes y mercados, vacíos. ¿Cuánta destrucción y violencia estamos dispuestos a permitir?

Detrás de las marchas hay distintos intereses que buscan generar caos para imponer una agenda propia. Para hacerles frente no ha surgido ningún sólido y con legitimidad. Por ello, la demanda de convocar a elecciones en el 2023 no tiene sentido. ¿Quiénes se presentarían a esas elecciones? Sería no solo más de lo mismo, sino incluso peor, dado el nivel de frustración de los ciudadanos con la política.

Los peruanos nos encontramos atrapados en una pugna de intereses que nada tienen que ver con mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, aumentando el acceso a servicios de agua y saneamiento, vivienda, educación o salud de calidad, más y mejores puestos de trabajo en el sector formal y estabilidad en un país donde todo lo anterior falla. Donde hay todavía millones que viven sin necesidades básicas satisfechas. Quienes están detrás de la violencia no están interesados ni por asomo en encaminar el país hacia el desarrollo. Y la mediocridad con la que actúan los partidos es vergonzosa. El comunicado del Partido Morado exigiendo la renuncia de Boluarte sería cantinflesco si no fuese porque es una vergüenza en un momento donde las fuerzas democráticas tienen que unirse por el bien del país y no pensar en sus intereses políticos.

¿Cómo logramos que surjan liderazgos si los ciudadanos están por completo alejados de la política? Los peruanos no confían en los partidos, los políticos, el Gobierno, pero tampoco en la empresa ni en los empresarios. Ni siquiera confían en los demás ciudadanos. Siendo la confianza la idea de que las personas actuarán correctamente incluso cuando nadie los está mirando. En el Perú no hemos perdido la confianza de los ciudadanos; en realidad, nunca la hemos ganado.

La crisis de confianza no es exclusiva del Perú. La reciente edición del Barómetro de la Confianza de Edelman 2023 ha encontrado que a nivel global existe una marcada caída del optimismo económico. Los ciudadanos no creen que sus familias estarán mejor en cinco años. Una de las conclusiones a las que llega Edelman es que la empresa privada es la llamada a liderar el cambio. Hoy los ciudadanos están mirando a las empresas y los negocios en su búsqueda por liderazgos, pero liderazgos conscientes. La falta de confianza en los medios de comunicación está haciendo que los ciudadanos busquen en los información cierta y confiable. No quieren ser engañados, no quieren más ‘greenwashing’, no quieren sentir que son estafados. Los ciudadanos a nivel global quieren que las marcas representen lo que une a una sociedad, el interés común de un país y la esperanza. Necesitamos lograr que los ciudadanos recuperen el optimismo económico y la confianza. Esta es una oportunidad gigantesca en el Perú hoy cuando la crisis se ha agudizado.

El motor de un país es la empresa privada, es la fuerza generadora de trabajo y riqueza y el impulsor del desarrollo. Los bloqueos y la violencia impiden que los peruanos puedan salir a trabajar, a luchar por construir un país y es, en este momento, cuando quieren líderes empresariales que les demuestren que el Perú es un país viable.

Liderar desde el sector privado implica dejar de lado el mercantilismo y la corrupción. Requiere entender que existe una interdependencia radical. Significa crear entornos de trabajo basados en el propósito que inspiren y una cultura corporativa que comprometa a sus trabajadores, sus proveedores, inversionistas y consumidores. Significa tener un impacto positivo con las comunidades en las que operan. Los líderes empresariales deben asumir su papel de líderes de la comunidad y trabajar para encaminar al Perú hacia el desarrollo. ¿Cómo? Pueden, por ejemplo, financiar ‘think tanks’ que promuevan reformas políticas basadas en evidencia y la formación de partidos sólidos que representen efectivamente a los ciudadanos.

Maria Cecilia Villegas es CEO de Capitalismo Consciente Perú

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