Este 2014 ha sido un año de menor crecimiento, pero que deja también algo bueno para la economía peruana: reformas muy importantes para nuestro desarrollo a largo plazo en áreas claves como educación y salud.
Paradójicamente, la desaceleración generó el clima adecuado para impulsar avances en otras áreas fundamentales, como la reciente reducción del Impuesto a la Renta. En cuanto a la diversificación productiva, la caída en los precios de las materias primas subrayó la necesidad de una canasta exportadora más variada. En el último CADE, 75% de los participantes reconoció el rol del Estado al respecto. El menor crecimiento favoreció también la simplificación administrativa y mejoras en la regulación, pilares del Plan Nacional de Diversificación Productiva (PNDP).
En este último aspecto, el Gobierno dinamizó la inversión mediante la simplificación de los procedimientos, permisos y contrataciones del Estado. Produce, en particular, contribuyó con las mejoras en la Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo, y la ley que promueve el acceso de jóvenes al mercado laboral y a la protección social.
Estas medidas son necesarias, pero insuficientes para la diversificación. Por ello adoptamos otras, por ejemplo, las mesas técnico-ejecutivas (sectores público y privado) para las actividades forestal y acuícola, dos potenciales nuevos motores de la economía. Buscamos intervenciones del Estado en infraestructura, regulación, etc., que aumenten la productividad de estos sectores. Esperamos medidas para el primer trimestre del 2015, y la creación de nuevas mesas. El proceso implica mayor coordinación entre entidades del sector público, y la institucionalización del diálogo público-privado.
Paralelamente, incentivamos la investigación y desarrollo e innovación empresarial (I + D + i). Nuestro gasto total en investigación y desarrollo es 0,12% del PBI, un sexto del promedio de América Latina, y un veinteavo del promedio de la OCDE. Nuestro déficit en I + D + i es posiblemente tan grande e importante como en educación. Para cerrarlo, trabajamos con programas de transferencia tecnológica y con incentivos fiscales al I + D + i.
En transferencia tecnológica utilizamos los centros de innovación tecnológica (CITE), la columna vertebral del PNDP, que pese a su potencial tuvieron escaso apoyo hasta ahora. Este año creamos el primer CITE público en casi 15 años y, mediante una inyección sin precedentes, fortaleceremos los existentes y crearemos 35 más en el 2015. Algunos serán privados, con los que Produce firmará convenios de desempeño para transferir recursos.
Con respecto a los incentivos fiscales al I + D + i, contamos con fondos concursables y tenemos recursos por más de 350 millones para fomentar el emprendimiento innovador. Asimismo, hemos remitido al Congreso de la República un proyecto de ley para aumentar el monto deducible de los gastos en I + D + i.
Así, mediante los CITE para mipymes, los fondos concursables para empresas jóvenes y mipymes, y el aumento en deducciones de I + D + i para empresas grandes, apoyamos a todo el espectro empresarial.
En quechua ‘pachakutiq’ significa un período de crisis caracterizado por cambios en el modelo social y las premisas que lo sostienen. Por eso, el gran inca reformista tomó ese inspirador nombre al fundar el imperio. El 2014 no ha sido un año de crisis, sino de oportunidades aprovechadas, pues la preocupación por el menor crecimiento impulsó la renovación de la políticas económicas. Se avanzó marcadamente en reformas y medidas muy importantes para nuestro desarrollo de largo plazo. En el 2015, este esfuerzo continuará. El Perú no debe esperar.