“El Estado tiene una deuda pendiente con la PNP y es momento de cumplirla”.
La inseguridad ciudadana es, qué duda cabe, uno de los principales problemas que afectan nuestro país, y San Isidro, como distrito, no es ajeno a esta problemática.
Hemos mostrado públicamente nuestro respaldo a la decisión del Concejo de Lima de otorgar la facultad al alcalde Rafael López Aliaga de solicitar al Ministerio del Interior la participación de las Fuerzas Armadas para apoyar a la Policía Nacional del Perú (PNP) en su lucha contra la delincuencia.
Sin embargo, la presencia de las FF.AA. en las calles debería ser de carácter temporal y con funciones estrictamente disuasivas. No se busca asumir las competencias que por ley le corresponden a la PNP.
Una policía que hoy se encuentra desbordada por una delincuencia cada vez más avezada. Una ola de violencia delictiva que, en mayor o menor medida, afecta a todos por igual.
No es un escenario en el que las FF.AA. apliquen la fuerza de manera directa, sino que acompañen a los policías y también al serenazgo en operaciones preventivas de control, organizadas como parte de las acciones de seguridad ciudadana en las calles.
Ayer participamos en una reunión en la Municipalidad de Lima, convocada por el teniente alcalde de Lima, Renzo Reggiardo, en representación de Rafael López Aliaga. En esta, los distritos de Lima emitimos en conjunto un pronunciamiento sumándonos a esta acción política del alcalde metropolitano.
Sin embargo, no debemos dejar de lado el fondo del asunto. Los niveles de delincuencia no se reducirán si no se sientan las bases desde ya de aquellas políticas de Estado que conlleven a una refundación de la PNP.
Mi llamado al Ejecutivo es que canalice sus esfuerzos en mejorar las condiciones de nuestra policía, con sueldos dignos, condiciones de trabajo óptimas, capacitación permanente, etc. Levantar su moral con acciones concretas, dejando ya de lado los permanentes discursos y los planes eternos. El rol del Congreso de la República también es fundamental en la generación de leyes que contribuyan a ello.
El Estado tiene una deuda pendiente con la PNP y es momento de cumplirla, permitiendo su reconexión con la ciudadanía. Sin estas condiciones, no podemos exigirles resultados efectivos.
Como gobiernos locales tenemos el compromiso de apoyar a la PNP. En San Isidro lo tenemos claro y, por ello, trabajamos de la mano con nuestras dos comisarías, dotando a la PNP de recursos humanos, logísticos y tecnológicos.
“El efectivo de las FF.AA. tiene otra concepción en su accionar; su capacidad de fuego es para la guerra”.
La declaración del estado de emergencia en dos distritos de Lima y una provincia del norte del país ha generado reacciones a favor y en contra, y la más polémica es la salida a las calles de las Fuerzas Armadas como parte de la solución. Sin embargo, debo manifestar lo siguiente: no están entrenadas para esta función y es importante que puedan reforzar la frontera por donde están ingresando de manera ilegal miles de migrantes.
Hay que señalar, además, que contamos con una Policía Nacional del Perú que ha demostrado que puede lograr grandes objetivos cuando se lo propone, como lo hizo con la captura del más grande genocida que intentó tomar el poder en nuestro país. Tal vez sería recomendable que los recursos que se utilizarían para movilizar a las Fuerzas Armadas sean derivadas a potenciar a la Policía Nacional del Perú en sus labores de inteligencia y prevención.
La salida a las calles de las Fuerzas Armadas no sería una medida permanente, sino solo un paliativo. El enemigo que hay que enfrentar no es un virus que se contagia por contacto o por aglomeración de personas que nos obligue a mantenernos a todos confinados. Es, más bien, un enemigo con características de un cáncer agresivo que avanza todos los días destruyendo la sociedad y que se encuentra en esta situación por la falta de continuidad en las políticas de Estado, en especial en el sector Interior, en el que han entrado y salido ministros y comandantes generales continuamente.
Estoy convencido de que lo que se requiere es inteligencia operativa y patrullaje preventivo policial de manera permanente y sostenida de la mano con el gobierno local. El efectivo de las Fuerzas Armadas tiene otra concepción en su accionar. Su capacidad de fuego es para la guerra y no para el espacio urbano y su utilización en este lugar podría tener consecuencias graves para terceros. Debemos potenciar a la Policía Nacional del Perú y a sus unidades especializadas, y generar la legislación que le permita hacer mejor su trabajo de investigación para desactivar organizaciones criminales que han ganado terreno. Sin embargo, ya dada la medida, la participación de las Fuerzas Armadas debería ser de forma disuasiva en apoyo constante a la Policía Nacional del Perú.