El Papa es el líder religioso de la Iglesia Católica y ejerce la autoridad de monarca del Estado Vaticano, el cual es soberano y, como tal, mantiene relaciones diplomáticas con casi todos los países del mundo.
Los papas han sido mayoritariamente italianos. También los hubo de otros países europeos, como Francia, Alemania, Polonia, etc. Igualmente existieron Papas de países ubicados en el Medio Oriente. Como casi todos los Papas habían sido europeos, fue una sorpresa enorme que se eligiera un Papa latinoamericano, más precisamente argentino, Jorge Mario Bergoglio, el 13 de marzo del 2013. El nuevo pontífice eligió el nombre de Francisco, pensando en Francisco de Asís, santo que se caracterizó por su amor a la humildad y la pobreza. Tal vez por eso el papa Francisco vive sobriamente y critica el lujo de quienes hacen lo contrario.
Su primer viaje fue a Brasil, país latinoamericano donde hay mayoría católica y fue recibido con enorme entusiasmo y respeto. Francisco ha hecho innovaciones, como dejar de lado el vehículo denominado papamóvil. Él se desplaza en autos descubiertos.
El primer Papa fue San Pedro. Un día que Jesús estaba con sus discípulos en Cesarea de Filipo, preguntó a estos: ¿Quién creen que soy yo? Uno de ellos dijo: Tú eres Elías. Otro afirmó: Tú eres el Bautista. Y Simón Pedro, a su vez, señaló: Tú eres el Mesías, el elegido. Entonces Cristo le respondió: Desde hoy te llamarás Pedro y sobre esta piedra edificaré la Iglesia que durará hasta el fin de los siglos.
Veamos otros Papas dignos de mención: San Lino, San Clemente, San Evaristo, San Alejandro, San Sixto, San Telésforo, San Higinio, San Pío, San Aniceto, San Eleuterio, San Víctor, San Gregorio, llamado el Magno, y otros más. Un Papa que vale la pena mencionar fue Alejandro VI (Rodrigo Borgia), elegido en 1492, quien se vio envuelto en gran corrupción e intrigas. Fue padre del famoso César Borgia.
Consideremos ahora a Papas más modernos. León XIII (1878-1903), Pío X (1903-1914), Benedicto XV (1914-1922), Pío XI (1922-1939), Pío XII (1939-1958), Juan XXIII (1958-1963), Paulo VI (1963-1978) y Juan Pablo I (1978), que –según se cree– fue envenenado por elementos conservadores de la Iglesia, pues se proponía hacer reformas avanzadas.
Hay que añadir también a Juan Pablo II (1978-2005), quien asumió el nombre en homenaje a su antecesor. Al poco tiempo de su elección, Mehmet Ali Agca, turco del Partido Comunista, atentó contra el Papa con varios disparos. El pontífice fue llevado urgentemente a un hospital y fue salvado, pero quedó con limitaciones de salud.
Una vez recuperado, Juan Pablo II realizó cosas que nadie antes que él había efectuado. Viajó por diversos países, donde siempre era recibido con admiración y respeto. Vino al Perú dos veces y despertó un entusiasmo inmenso de los creyentes. En un viaje a la selva dijo: “El Papa es charapa”. En un gesto, realmente extraordinario, pidió perdón al pueblo que había sufrido a causa de la persecución de la Iglesia. A raíz de ello escribí un artículo titulado “El Papa que pidió perdón”.
Juan Pablo II tuvo un largo ejercicio del pontificado y murió el 2 de abril del 2005. Fue sucedido por Benedicto XVI, de nacionalidad alemana, el 19 de abril del 2005. Este pontífice renunció, después de haber ocupado la silla de San Pedro durante ocho años. Adujo que se sentía débil y que ya no podía resistir el gran esfuerzo propio de sus funciones.
No sé si he cumplido mi propósito, hacer un relato de varios Papas, que a través de la larga historia de la Iglesia merecen ser mencionados no solo por su labor como jefes de la Iglesia, sino también por mantenerla como una fuente importante de poder cultural. Algunos fueron verdaderos protagonistas mundiales.