"Las ciudades son costosas y no pueden ser construidas a partir de proyectos aislados". (Ilustración: Giovanni Tazza)
"Las ciudades son costosas y no pueden ser construidas a partir de proyectos aislados". (Ilustración: Giovanni Tazza)
Marco Kamiya

Emiratos Árabes Unidos (EAU) es un país de la península arábiga que por sus hidrocarburos de petróleo y gas natural se ha convertido en uno de los más ricos del mundo. Los EUA están formados por siete emiratos, y uno de ellos es , la ciudad capital, que tiene el 10% de las reservas mundiales probadas de petróleo. En todo el país, los grandes arquitectos tienen amplios recursos para diseñar y construir obras originales, y en Abu Dabi la carrera por hacer algo diferente es notoria: Jean Nouvel diseñó una majestuosa sucursal del Louvre, Frank Gehry está construyendo un Guggenheim, las firmas de Zaha Hadid, Norman Foster y muchos otros están activas con puentes, edificios y áreas residenciales.

Edificios y estructuras curvilíneas se distribuyen en grandes avenidas en una ciudad que se presenta como vanguardia de la planificación urbana. La séptima versión de la película “Rápidos y furiosos” fue filmada en Abu Dabi, con tomas del Emirates Palace, y del brillante conjunto de torres del Jumeirah Etihad. Pero la ciudad también quiere ser ejemplo de ; y así sobresale Masdar, un enorme distrito con incubadoras, start-ups, y residencias, todo integrado con sistemas de transporte y movilidad, y avanzadas técnicas de ahorro de energía.

Abu Dabi fue la sede de la décima edición del Foro Urbano Mundial, la conferencia más importante sobre y desarrollo sostenible de las Naciones Unidas que ONU-Hábitat organiza cada dos años. El evento, que atrajo a unas 18.000 personas, fue el primero organizado en un país árabe.

Varios elementos sobresalieron en el foro. El primero es el tema central, que fue “Ciudades que conectan la cultura con la innovación”. La idea es revalorar la importancia de las tradiciones en comunidades y pueblos donde la urbanización debe ser una palanca que fortalezca la cultura en lugar de ser una imposición vertical de planes urbanos. El segundo elemento es que el foro se realiza al iniciar la década del 2020, quedando 10 años para alcanzar la agenda 2030 que requiere los que contienen los ODS11, que específicamente se centran en el desarrollo urbano. Al comenzar esta década existe ya un sentimiento de urgencia sobre los ODS y los costos que requieren.

El tercer componente es el financiamiento. Las ciudades son costosas y no pueden ser construidas a partir de proyectos aislados. Las ciudades del mundo en desarrollo reclaman fuentes de financiamiento de infraestructura local, y la actual estructura de financiamiento multilateral no está diseñada para apoyarlas. El foro organizó para ello un conjunto de actividades con el sector privado y líderes de ciudades, incluyendo plataformas para acercar proyectos con financiamiento. Muy insistentes fueron los pedidos de los alcaldes y funcionarios del sector público solicitando soluciones para proveer vivienda asequible y contener y mejorar los barrios marginales. El sector privado respondió con propuestas que van desde esquemas de financiamiento, producción de datos para mejor monitoreo, hasta viviendas ecológicas y construcciones de bajo costo.

El ingrediente adicional, no menos importante, fue el lanzamiento de los programas bandera de ONU-Hábitat promovidos por la directora ejecutiva Maimunah Mohd Sharif. Estos cinco programas que comprenden la regeneración urbana, ODS de ciudades, cambio climático y resiliencia, ciudades inteligentes, e inmigración urbana, son la punta de lanza de los líderes de ciudades para apuntalar el avance de los ODS y de la Nueva Agenda Urbana, y parten del principio que se debe facilitar la coordinación y la colaboración de diferentes agentes para catalizar las intervenciones.

Llama la atención que diversos especialistas describieran el Foro Urbano Mundial como la plataforma de diseño del plan maestro global para el desarrollo de las ciudades, una forma inteligente de definirla porque los planes maestros, usualmente de desarrollo urbano e infraestructura, son considerados insuficientes para dar soluciones a los problemas de la ciudad que requieren de visiones multidisciplinarias y de una gobernanza de amplia base que es inexistente o muy débil en la mayoría de las ciudades, sobre todo del mundo en desarrollo.

El presidente afgano, Ashraf Ghani, invitado a abrir el foro, dijo que, en relación con la urbanización y con los conflictos globales, la cultura de las organizaciones debe adaptarse para cambiar rápidamente adecuándose a la velocidad de las situaciones globales, mencionando específicamente la epidemia de coronavirus que se ha expandido desde Wuhan, o los incendios que asolaron Australia en los últimos meses, cuyas soluciones requieren esfuerzos multilaterales. Cierto, el mundo requiere urgentemente de planes maestros globales.


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