La suerte del asesor, por Diana Seminario

Si bien hasta ahora todos los reflectores  apuntan al ministro de Justicia, Daniel Figallo, por su actuación en el Caso ‘La Centralita’, que involucra directamente al prófugo Martín Belaunde Lossio, el análisis sería incompleto si a este no se añade la actuación del consejero presidencial en Asuntos Jurídicos, Eduardo Roy Gates. El abogado dejó el perfil bajo que lo caracterizó desde el 2011, para dar entrevistas y defender a toda costa la legitimidad de la reunión que sostuvo con la entonces procuradora Yeni Vilcatoma y con Figallo.

Roy y los voceros oficialistas  alegan que es normal que un asesor presidencial se interese por algunos casos jurídicos emblemáticos y podrían tener razón. Lamentablemente los hechos les dan la contra.

Por ejemplo, el jueves 15 de mayo, el mismo día de la reunión que tiene a Figallo al borde de la censura, este Diario publicó una amplia información bajo el titular “Procuraduría solicita que 27 personas de red de Álvarez sean investigadas”. 

Fueron los ex procuradores Christian Salas y Yeni Vilcatoma quienes hicieron este pedido que incluía se investigue nada menos que a Martín Belaunde Lossio, el otrora amigo y operador de Ollanta Humala y Nadine Heredia.

Y hay más. También el 15 de mayo, el diario “Correo” publicó en portada “Las sombras de Nadine” y reveló que Roxana Altuna, ex pareja de Belaunde Lossio, trabajaba para Nadine Heredia. El texto decía “Se revelan más nexos entre Palacio y el entorno de César Álvarez”. 

Según Vilcatoma, cuando Figallo la llama a su oficina para reunirse con Gates le dijo: “¿Has leído lo que la prensa publicó hoy?”. Ella se pregunta: “¿Acaso esto puso nervioso al gobierno para que venga un asesor y me llamen para que informe del Caso Belaunde Lossio?”.

No hay que ser muy suspicaz para advertir que esto supone mucho más que una coincidencia.

La actuación de Eduardo Roy Gates en este caso es más que sospechosa,pero parece que el asesor goza de un privilegio especial que no tuvo el ex asesor presidencial Adrián Villafuerte, quien renunció a menos de una semana de la denuncia de la ilegal protección policial que se le dio a Óscar López Meneses.  

Nadie duda de las habilidades de Roy Gates, quien  no solo ha sido abogado del presidente Ollanta Humala en el Caso Madre Mía, sino que  entre sus clientes tuvo a Rómulo León Alegría –protagonista de los  ‘petroaudios’– y es precisamente sobre la prescripción de este caso que el presidente y su esposa hicieron  severas críticas. La paradoja es que su hombre de confianza defendió al personaje principal del caso.

Entre los clientes de Roy Gates también estuvieron  Manuel Sánchez Paredes y sus hijos, Simón y Miguel, procesados por lavado de activos, así como César Cataño.
El Caso Álvarez-Belaunde Lossio no es un tema de corrupción en una región, como  Humala lo ha venido repitiendo. Este afecta directamente al Gobierno y a su ex operador, por lo que interesa tanto al presidente como a su asesor. 

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