Era un secreto a voces que Fray Vásquez, sobrino de Pedro Castillo, y Juan Silva, su exministro de Transportes, lograron evadir la justicia con ayuda del gobierno del lápiz. La caída de Martín Gonzales Sánchez ‘Conejo’ –un oscuro operador de inteligencia policial de la época de Martín Vizcarra reciclado por el castillismo– no hace más que confirmarlo y agregar más detalles sobre cómo se negociaron y concretaron estas fugas.
De acuerdo con la resolución judicial que ordenó su detención preliminar, ‘Conejo’ y otros dos mandos policiales filtraron información confidencial que permitió que el sobrino presidencial y el ministro corrupto pudieran escapar.
Los testimonios recogidos en el documento complican además la situación legal de dos exministros del Interior del gobierno de Castillo. Uno es Juan Carrasco Millones, un exfiscal de Lambayeque al que algunos veían como un adalid en la lucha contra el crimen organizado. Según la resolución, Carrasco fue la persona que contactó a Fray con ‘Conejo’ para que este lo ayudara “con sus problemas de investigación”.
El otro exministro implicado es Alfonso Chávarry, quien, según un testigo, se reunió con Fray Vásquez en una vivienda en el Callao para hablar sobre las investigaciones que se le seguían. En este encuentro, el sobrino expresó su preocupación al ministro por la situación en la que se encontraba, a lo que este le dijo que “no se preocupara y que todo iba a estar bien con las investigaciones”.
Un detalle interesante que menciona la resolución es que Fray Vásquez ha renunciado a la reserva de su identidad como colaborador eficaz. Aún no se conocen los detalles de todo lo que ha revelado el sobrinísimo a la fiscalía, pero, conocida la cercanía que tenía con su tío, es de prever que aportará información relevante sobre cómo operaba la organización criminal que nos gobernó entre el 2021 y el 2022. El cerco alrededor del hombre del sombrero se va cerrando.