Héctor Villalobos

Hace más de dos semanas nuestro opaco ministro del Interior, Víctor Torres Falcón, anunciaba que pronto tendríamos sorpresas. Se refería, una vez más, a la no concretada captura del prófugo sentenciado por corrupción . Han pasado los días y la única sorpresa que hemos visto ha sido en Tik Tok. Este fin de semana, el fugitivo subió a la red social un video en el que se le ve festejando y bailando al ritmo de una cumbia, bien prendido de la cintura de una mujer no identificada.

No se sabe con exactitud la fecha de la juerga o si esta es o no reciente, pero el video ya ha generado indignación y críticas a la policía y al sector Interior. La celebración podría haber ocurrido mucho antes de octubre del 2023,cuando Cerrón pasó a la clandestinidad. Su hermano Waldemar asegura que las imágenes son de una fecha “muy antigua”. De ser cierto esto, la publicación del líder de Perú Libre no sería más que parte de su estrategia para desprestigiar en forma cachacienta a la justicia. Una deliberada provocación a la indignación de la opinión pública para elevar la percepción de ineptitud de las fuerzas del orden y de las autoridades. El sentenciado marca así su ritmo a un gobierno que no puede seguirle el paso.

Han transcurrido 141 días desde que Cerrón decidió pasar a la clandestinidad, tras ser condenado a cuatro años de prisión efectiva por corrupción por el Caso Aeródromo Wanka. Tiene además otra orden de captura por un caso de lavado de activos. Son 141 días en los que lo hemos visto burlarse de ministros, fiscales y generales. Su video parrandero no es más que otra forma de mofarse de sus captores. En todo este tiempo, hemos escuchado a diversas autoridades prometer hasta el cansancio su captura. Algunos incluso ya no están en sus cargos, como el exministro del Interior Vicente Romero y el excomandante general de la PNP Jorge Angulo. Las funcionarios pasan pero la impunidad de Cerrón se mantiene.

Las credibilidad del ministro Torres se ha devaluado. Copia y pega las mismas frases mes a mes sin inmutarse. Hasta el mecánico que no tiene el auto listo para la fecha prometida se esfuerza en ser más creativo. Veamos algunos ejemplos:

" Con relación a Vladimir Cerrón[...] en cualquier momento se da esa sorpresa. Tengamos un poco de paciencia” (12 de diciembre del 2023).

“La captura de este señor pronto se va a suscitar[...]Les pedimos un poco de paciencia” (5 de enero del 2024).

“En cualquier momento, pierdan ustedes cuidado, se va a dar la sorpresa” (5 de febrero del 2024).

De no mediar una acción de control político en el Congreso o un recambio ministerial inesperado, es un hecho que en marzo, abril y mayo volveremos a escuchar pedidos de paciencia y anuncios de prontas sorpresas. Mientras tanto, el prófugo juerguero continuará sujetando de la cintura a la justicia y haciéndola a bailar a su ritmo.

Héctor Villalobos es Editor de Política