Los nuevos congresistas asumieron funciones el último lunes. (Foto: Congreso).
Los nuevos congresistas asumieron funciones el último lunes. (Foto: Congreso).
Editorial El Comercio

Ayer, , cuestionábamos severamente la actitud que exhibieron algunos ciudadanos en la víspera al salir a las calles o acudir a sus centros laborales, a pesar de las órdenes de aislamiento social dictadas por el Ejecutivo . Recordábamos, en ese sentido, que el peligro de la nueva cepa de que ha puesto en alerta a prácticamente todo el globo radica, precisamente, en lo escurridiza que resulta al transmitirse y en lo difícil que es detectarla debido al tiempo que pasa el virus incubándose hasta mostrar los primeros síntomas.

Si tomamos en cuenta lo anterior, así como la rápida explosión que ha tenido la enfermedad en el territorio nacional (hace 12 días y hoy ), es evidente que la tesitura no se presta a juegos y que las indicaciones del Gobierno deben ser acatadas a rajatabla.

Pues bien, parece que el mensaje no ha calado a profundidad en el Palacio Legislativo. Hace dos días los nuevos congresistas fueron convocados al pleno para, entre otras cosas, y elegir a la Mesa Directiva. La coyuntura que atraviesa el país había motivado algunos recaudos. Así, por ejemplo, se había dispuesto que los legisladores juraran de manera colectiva en sus propias curules, sin necesidad de desplazarse hasta la Mesa (como suele ocurrir), y en tres grandes grupos: los que juraron por Dios y por la patria, los que lo hicieron solo por la patria y los que ‘prometieron’ delante de Dios y la patria.

Sin embargo, tan pronto terminó la investidura, varios parlamentarios se entremezclaron en abrazos, apretones de mano y fotos grupales; justamente el tipo de conducta que se les ha pedido evitar a los ciudadanos. ¿Creerán los congresistas que habitan en una torre de marfil inaccesible para el virus? ¿O que las indicaciones de asepsia se pueden flexibilizar en un contexto ceremonial como este?

Si queremos frenar el avance del coronavirus, en fin, no podemos aceptar acatamientos tibios, ni de los ciudadanos ni mucho menos de quienes los representan.

Contenido sugerido

Contenido GEC