(Foto: Anthony Niño de Guzmán/ El Comercio)
(Foto: Anthony Niño de Guzmán/ El Comercio)
Editorial El Comercio

Con la decisión de Fuerza Popular (FP) de apoyar el documento de presentación y, luego, la admisión a debate de la nueva moción de vacancia presidencial es claro que el proceso iniciado por las bancadas del Frente Amplio (FA) y Nuevo Perú (NP), así como algunos parlamentarios de otros conglomerados, llegará en unas semanas a su culminación en el pleno. La circunstancia de que el fujimorismo no haya anunciado aún si respaldará también la moción misma cuando esta sea finalmente votada no permite anticipar el resultado. Pero la verdad es que las probabilidades de que el jefe de Estado sea esta vez removido de su cargo lucen bastante altas.

Cabe preguntarse, entonces, qué ha cambiado desde el 21 de diciembre. Los votantes de esta nueva moción serán los mismos que los de la anterior, por lo que la posibilidad de que el resultado sea distinto debería obedecer a que la sustancia de lo que se somete a votación también ha cambiado. Es decir, que los elementos a considerar para determinar si el presidente presenta una ‘incapacidad moral permanente’ también han cambiado.

¿Pero es esto así? Veamos. La primera moción giraba, básicamente, en torno a dos factores: las negaciones de PPK sobre sus vínculos con Odebrecht y el oficio enviado por esa empresa a la Comisión Lava Jato sobre los pagos hechos a Westfield y First Capital.

La nueva iniciativa, por su parte, si bien toma en consideración esos elementos, añade supuestamente cuatro nuevos. A saber, los reportajes de “Cuarto poder” en los que se da cuenta de que: 

- First Capital relevó a Westfield en la asesoría de colocación de bonos y estructuración financiera a Odebrecht para el trasvase Olmos, y que la misma dinámica se dio en la asesoría que Westfield firmó pero First Capital ejecutó con Transportadora de Gas del Perú (TGP) –consorcio integrado por Hunt Oil, empresa a la que Kuczynski asesoró cuando no era funcionario del Estado–.

- Jorge Barata visitó cinco veces el Ministerio de Economía y Finanzas cuando el actual mandatario era titular de la cartera. 

- Gerardo Sepúlveda visitó dos veces la Presidencia del Consejo de Ministros mientras Kuczynski era primer ministro. 

- First Capital tenía una empresa ‘matriz’, XYCOM Development Chile, identificada –según la calificadora de riesgo Standard & Poor’s– como un fondo administrado por LAEF, empresa de Kuczynski

También se añade la carta en la que el Banco de Crédito notifica a la Comisión Lava Jato que trabajó con Westfield en proyectos como TGP, trasvase Olmos, IIRSA Norte e IIRSA Sur, un informe del semanario “Hildebrandt en sus trece”, que indica que Kuczynski habría movido, entre el 2005 y el 2015, US$2,5 millones en operaciones financieras que partieron de paraísos fiscales, y un informe de “IDL-Reporteros” sobre el “mecanismo diseñado por Westfield para que Odebrecht pudiera obtener efectivo del Estado Peruano”. 

El documento presentado el 8 de marzo sostiene que estos datos, aunados a los anteriores, revelan que el presidente “ha faltado a la verdad de manera reiterada y permanente” y que tales “mentiras, engaños y graves conflictos de interés […] configuran una grave afectación de los principios de moralidad pública”. 

¿Pero arrojan estos elementos realmente nuevas luces sobre la presunta incapacidad moral permanente del presidente? A nuestro juicio, se trata más bien de la ampliación de una fotografía que ya habíamos visto y respecto de la cual el jefe de Estado ciertamente debe todavía explicaciones. A los congresistas, en consecuencia, se les está pidiendo, en buena cuenta, volver a votar acerca de aquello que ya votaron casi tres meses atrás. Como en una segunda vuelta.

Y en esa medida, si sus votos cambian, habrá que asumir que eso se debe a consideraciones que no están presentes en el texto de la moción de vacancia. De hecho, distintas referencias de líderes y voceros de la oposición a asuntos como “el engaño del indulto” o la ausencia de “avances en las zonas afectadas por el fenómeno de El Niño” apuntan en ese sentido. 

Pero no es eso lo que se está discutiendo en este delicado trance. Ojalá los congresistas lo comprendan.