“Un partido que nació de la cloaca”. Esa frase –que llenó las portadas de los diarios durante la semana– fue con la que el Presidente de la República describió al fujimorismo durante una conferencia de prensa con periodistas del extranjero. Y fue esa misma frase la que llevó a que la bancada de Fuerza Popular, en protesta, se retire de la sesión del pleno el jueves, saboteando de esta forma el debate sobre el paquete reactivador presentado por el Ejecutivo.
Increíblemente, mientras el ministro Segura trata de destrabar la economía el presidente se las ingenia para trabar la política, perdiendo de vista que si la segunda no avanza la primera tampoco. ¿O es que el señor Humala cree que sus exabruptos de esa tarde ayudarán a conseguir el consenso parlamentario que es necesario para aprobar las grandes reformas tributarias que sus ministros presentaron en la noche?
Ahora, más allá de la torpeza palaciega, vale la pena regresar sobre los calificativos del Presidente para reflexionar acerca de si, tratándose de profilaxis política, él puede tirar la primera piedra. Y es que, siendo muy conscientes de que Fuerza Popular tiene su origen en el gobierno más corrupto de la historia peruana, tampoco es que se pueda afirmar que el acta de nacimiento del nacionalismo no tenga mancha alguna.
Recordemos, pues, que el señor Humala hizo sus pininos en la política desde el etnocacerismo, un movimiento violentista y xenófobo, que reivindicaba la dictadura de Velasco Alvarado y que propugnaba fusilar a diversas figuras políticas y a los homosexuales. No olvidemos tampoco que en el 2005 nuestro actual presidente respaldó desde Corea del Sur la asonada de Andahuaylas, en la que los etnocaceristas dirigidos por su hermano tomaron una comisaría, exigieron la deposición del presidente constitucional y asesinaron a cuatro policías . Y, asimismo, no pasemos por alto que nunca se aclaró si realmente el señor Humala fue el asesino ‘Capitán Carlos’ ni cuál fue la verdad detrás de la llamada de Vladimiro Montesinos desde el velero Karisma al cuartel de Locumba el día en que se levantó el entonces comandante y hoy presidente.
A estos orígenes se suma que, si algo de cierto tiene el dicho “dime con quién andas y te diré quién eres”, el currículum del nacionalismo tampoco termina siendo tan pulcro que digamos. En el periodo 2006 - 2011 Gana Perú tuvo entre sus parlamentarios a Nancy Obregón, hoy presa y acusada de narcotráfico y colaboración con el terrorismo. Entre sus filas también han estado Elsa Malpartida, ex miembro de Sendero Luminoso y procesada por narcotráfico, y Amado Romero, conocido como el congresista 'Comeoro' por sus vínculos con la minería ilegal y quien también perteneció a Sendero. A estos personajes hay que añadir a Alexis Humala (quien habría incurrido en usurpación de funciones cuando se presentó en Rusia en nombre del presidente electo), a Omar Chehade (quien perdió la vicepresidencia por el escándalo de las Brujas de Cachiche), a Celia Anicama (conocida como ‘Robacable’, por haber robado y vendido señales de cable en Pisco), a Cenaida Uribe (quien habría presionado al director de un colegio para que favoreciera a la empresa de paneles Punto Visual) y a Rubén Condori (conocido como el ‘Robavoto’, por haber votado en lugar de la legisladora Rosa Mavila en una sesión del Congreso). Y, claro está, todos somos conscientes de que el hoy prófugo Martín Belaunde fue jefe de campaña de Humala y de que Oscar López Meneses habría colaborado con la campaña del nacionalismo desde la cárcel, lo cual habla muy mal de los reparos de Gana Perú para escoger a sus aliados.
Finalmente, el Presidente de la República no puede darse el lujo de exabruptos como aquél en cuestión porque los partidos a los que ofende –al igual que el suyo– son parte del Congreso debido a que un sector de los peruanos decidió que los represente. Y no se puede ofender a un representante sin que los representados acusen recibo.
El cargo del señor Humala es el de mayor majestad en el Estado. Es una pena que no sea consciente de que su comportamiento no le hace justicia a su encumbrada investidura.