Editorial: La última tesis de César Acuña
Editorial: La última tesis de César Acuña

El ex candidato presidencial de Alianza para el Progreso (APP), César Acuña, fue retirado de la contienda electoral de este año por haber entregado dádivas a sus potenciales votantes, pero es recordado sobre todo por las numerosas denuncias de plagio de las que fue objeto durante la campaña.

En varias de sus tesis para obtener distintos grados académicos en universidades peruanas y del extranjero, en efecto, se detectaron párrafos tomados textualmente de otros autores, sin que mediaran comillas ni referencias bibliográficas. Y para sortear la acusación, el dueño de la Universidad César Vallejo no tuvo mejor idea que hablar eufemísticamente de ‘omisiones’.

Ninguno de esos episodios, sin embargo, fue tan oprobioso como el que protagonizó por esas mismas fechas al tratar de esquivar los cargos de haberse apropiado del texto completo del libro “Política educativa”, escrito por su viejo profesor Otoniel Alvarado. Como se sabe, este último publicó originalmente la obra en 1999 con su nombre, pero poco después, Acuña, aprovechando la circunstancia de que el libro habría de ser reeditado más de una vez por su universidad, colocó su nombre en la portada, consiguiendo así figurar, primero, como coautor y, luego, como autor único de la publicación.

El 5 de febrero pasado, a raíz de que este Diario sacó la historia a la luz pública, en una incómoda conferencia de prensa, el entonces postulante presidencial intentó capear el temporal declarando cosas como “La verdad es que mi profesor […] en 1998 me pidió ser coautor del libro”. O: “En el 2002, decidimos no publicar como coautores, sino de forma individual cada uno”.

Aseveraciones, en fin, inverosímiles en sí mismas y refutadas una a una por el señor Alvarado, pero que insistían en la especie de que él tenía participación en la autoría del libro. Es más, el hecho de que aquello pudiese ser puesto en duda llevó incluso al abogado y vocero de APP, Vladimir Paz de la Barra, a anunciar en esos días: “Mañana se está presentando una acción judicial en el Poder Judicial para que se ventile esto”, y a sostener –en referencia a Acuña y Alvarado– que la cuestionada coautoría era el resultado de “un convenio verbal celebrado entre ellos”.

Pues bien, lo cierto es que el asunto llegó primero a la fiscalía (que investigó y luego acusó al líder de APP por el delito de plagio en relación con la obra aludida) y que en su declaración ante esa instancia, el ex candidato presidencial habría sostenido versiones que, por un lado, contradicen lo que dijo originalmente y que, por otro, postulan interpretaciones bastante descabelladas de lo que significa la aparición de su nombre en la portada de la controvertida publicación.

Según reveló un reciente informe televisivo de Latina, en ese testimonio Acuña habría reconocido ante el fiscal “no ser autor ni coautor” del libro “Política educativa” y que la redacción del mismo “la hizo el profesor Otoniel Alvarado Oyarce”. Como también habría señalado que en la tapa de la edición del 2002 del libro (la primera en la que el crédito de su antiguo profesor fue suprimido completamente) no dice que él sea autor del mismo y solo se ‘registra’ su nombre. Una tesis que, de comprobarse, superaría en temeridad a todas las demás que el ex rector de la Universidad César Vallejo ha presentado a lo largo de su azarosa historia académica. ¿Para qué habría de registrarse, en efecto, su nombre en la portada de una publicación si no es para indicar que esta es obra suya (máxime cuando no figura en ella el nombre de ninguna otra persona al que tal mérito le pueda ser atribuido)?

Si bien el abogado del ex candidato presidencial ha rechazado el tenor de estas declaraciones, en una entrevista posterior con el diario “La República”, el propio Acuña no ha sido igual de tajante y, más bien, ha dicho que no recuerda haber efectuado tal admisión, ni sabe “de qué manera habrá transcrito la fiscalía” su declaración. Como tampoco parece saber cómo demostrar su aporte intelectual al libro. “Ya veré cómo lo demuestro. Ya mis abogados me dirán qué cosa tengo que hacer”, respondió el líder de APP.

Ahora que el Poder Judicial ha admitido la denuncia fiscal y resuelto iniciarle un proceso penal que podría culminar en una pena de hasta ocho años de cárcel, César Acuña deberá meditar bien antes de plantear una nueva tesis de dudosa veracidad.