El presidente del Legislativo, Luis Galarreta, se ha colocado esta semana en el centro de una tormenta política al haber respondido con amenazas a la prensa a un reportero que lo interrogó sobre las compras de televisores, frigobares y otros aparatos eléctricos, por más de S/250.000, aprobadas por la Mesa Directiva del Congreso.
El periodista en cuestión le preguntó específicamente si realizar tal gasto en este momento no le parecía una frivolidad, aludiendo con ello a la austeridad, motivada por el esfuerzo de la reconstrucción tras el fenómeno de El Niño costero, que se observa en otros sectores del Estado.
Exasperado, Galarreta repuso: “Hemos aprobado una muy buena ley para la reconstrucción y también vamos a aprobar una ley para que se saque la publicidad de algunos medios ‘mermeleros’”. Y luego añadió: “La ley de los medios ‘mermeleros’ vamos a aprobarla de todas maneras”.
‘Mermelada’, como se sabe, es una expresión que se usa coloquialmente para referirse al dinero que una fuente interesada le puede pagar, de manera subrepticia o disfrazada, a un medio (o a un periodista específico) para que presente como objetiva información sesgada que la favorece o que perjudica a sus adversarios y competidores. Así, puede existir ‘mermelada’ en la prensa de espectáculos, en la deportiva y también, por supuesto, en la política.
En esa medida, la respuesta del presidente del Congreso –que se relaciona con la iniciativa del legislador Mauricio Mulder para prohibir la publicidad estatal en medios privados– sugiere varias cosas sobre cómo entiende él ese proyecto.
En primer lugar, al sacar a relucir la prohibición como reacción a una pregunta periodística que lo incomodó, Galarreta pone en evidencia que, a su juicio, aquella sería un castigo o una represalia. Y eso, en el fondo, no es otra cosa que el negativo de la ‘mermelada’, pues si esta consiste en ‘premiar’ con dinero a un medio amable, prohibir que uno incómodo la reciba no es sino el reverso del mismo razonamiento.
Al anunciar, por otra parte, que con la ley se le va a sacar la publicidad a “algunos” medios ‘mermeleros’, el titular del Legislativo invita a pensar que hay otros medios de iguales características a los que no se les va a tocar la pauta publicitaria, lo que confirmaría la presunción anterior.
Intriga de manera particular, asimismo, el ‘vamos a aprobar’ que usa dos veces para referirse a la iniciativa Mulder. ¿A quiénes incluye en ese plural? ¿A sus compañeros de la bancada fujimorista?
Es posible, pero a la luz de la distancia que han tomado varios de ellos frente a su polémica declaración, cabe inferir que, en su cruzada contra la prensa que lo irrita, Galarreta no está tan acompañado como supone. Después de hablar de una “calentura” o de que no ha dado “un buen mensaje”, los congresistas de Fuerza Popular Daniel Salaverry, Milagros Salazar, Mario Mantilla y Roy Ventura –vocero titular y vocera alterna de la bancada, vicepresidente del Congreso y presidente de la Comisión de Transportes y Comunicaciones, respectivamente– han dicho, en efecto, que quien tiene que brindar explicaciones por el exabrupto es el propio titular del Legislativo.