Editorial El Comercio

“¡Que vengan árboles nuevos a dar flores nuevas y frutas nuevas!”. Así cerraba el discurso escrito por Manuel González Prada y recitado por el escolar Gabriel Urbina en el teatro Politeama de Lima hace 135 años. Por aquel entonces, el país atravesaba uno de los momentos más funestos de su historia, luego de la guerra del Pacífico, y hacía falta reconstruirlo territorial, económica y moralmente.

Salvando las enormes distancias que impone siempre la guerra, hoy el país se halla inmerso en una crisis de inestabilidad política, con un sistema de salud cuya precariedad ha sido desnudada por el horror del COVID-19 y ahora corroborada por el azote del dengue, con la corrupción que devora fondos y destruye proyectos, con la inseguridad ciudadana que trunca vidas y que ha convertido parcelas del territorio nacional en genuinos páramos sin ninguna ley más que la que impone el plomo, entre tantos otros males.

Llevamos tiempo escuchando a autoridades, políticos, expertos y líderes de opinión reflexionar sobre estos y otros temas. Este Diario, por ejemplo, tiene siempre abiertas sus páginas para la discusión y el intercambio plural de pareceres respecto de los problemas que aquejan al país y la manera cómo pueden solucionarse o, cuando menos, tornarse menos fatigosos. Pero solemos olvidarnos de nuestros jóvenes y de lo que ellos también tienen para aportar al debate nacional desde su propia perspectiva.

Con cuánta frecuencia pensamos que no tienen interés en los asuntos públicos, que sus opiniones no revisten mayor importancia, que habitan un mundo demasiado distinto al de sus antepasados. Sin embargo, como han demostrado foros como CADE Universitario –que acaba de celebrar su vigésima octava edición–, a veces es solo cuestión de escucharlos, de darles un espacio para que puedan decirnos cómo ven el país desde los distintos ámbitos que han elegido para forjar sus destinos y, con ellos, no lo olvidemos, el del Perú hacia el que todos nos encaminamos.

Es con ese espíritu que hoy, cuando entramos al mes patrio, El Comercio inaugura Voz Universitaria, un espacio para que los jóvenes de las universidades de todo el territorio nacional puedan compartir sus opiniones sobre los problemas que enfrenta el país, las soluciones para hacerles frente y la manera en la que cada uno de ellos siente que puede contribuir con el desarrollo de la sociedad a través de sus respectivas carreras. Un ejercicio que, además, en un contexto en el que los líderes escasean, puede ayudar a propiciar el surgimiento de figuras con ideas frescas a las que prestarles atención.

En esta primera semana publicaremos diariamente, tanto en el papel como en la versión digital, artículos escritos por universitarios de diferentes regiones sobre diversos tópicos. Este espacio quedará posteriormente reservado para ellos todos los sábados en la edición impresa, pero no dejará de refrescarse día a día en nuestra web. Incluiremos, además, material audiovisual que nos harán llegar y, eventualmente, los invitaremos a eventos presenciales que iremos revelando en las próximas semanas para que puedan profundizar sus opiniones y contrastarlas entre ellos.

Por otro lado, no olvidemos que desde hace un par de años este Diario viene trabajando junto con Unicef y Movistar el programa de Corresponsales Escolares, que ya ha convocado a alrededor de 2.000 estudiantes de más de 400 colegios del país que han escrito interesantes reportajes sobre las problemáticas de los lugares en los que viven y que pueden leer en nuestro sitio web. Ese compromiso del Diario con las generaciones venideras es el que reafirmamos con este nuevo segmento para universitarios. Los invitamos a sumarse a esta iniciativa para conversar sobre el Perú, sus carreras, sus preocupaciones, sus visiones del país y muchos otros temas más a partir de ahora. Es momento, como escribió González Prada, de que árboles nuevos dejen caer nuevas frutas. Es momento de escuchar a nuestros jóvenes.

Editorial de El Comercio