Ante el desembarco estadounidense en Veracruz, argumentando que la intervención es contra Victoriano Huerta y no contra México, El Comercio, dice: “Cualquier día una nación poderosa, aprovechando de alguna irregularidad constitucional del jefe de un Estado, se creerá con derecho a intervenir, fundada en cualquier motivo, sosteniendo que combate no con el Estado mismo, sino con la personalidad que lo dirige. Es este un curioso principio de derecho internacional [...]. Todo queda librado a la fuerza y el derecho es vana frase sin sentido”.