1914

Ya es tiempo que se tranquilicen quienes perdieron, porque la pasión y el amor propio heridos, no les da derecho para hacer tonterías, que aquí, en el país, a nadie engañan y a todos entretienen. Pero hay que pensar que fuera, redundan en daño de la patria, porque perjudican nuestro crédito y despiertan recelos inconvenientes respecto a la estabilidad del orden público. Nadie ignora aquí que las pretensiones presidenciales de Roberto Leguía son pintorescas, pero en el extranjero puede dar la impresión que en el Perú se vive un conflicto político.