La batalla entre los Aliados y los alemanes por los puertos vecinos al Canal de la Mancha se desarrolla duramente. Huracanes de bombas han sido el preludio de violentos ataques de las masas de infantería alemanas, lanzadas hacia adelante por sus jefes a pesar de sus terribles pérdidas, hasta que han llegado a las trincheras de los Aliados, donde, después de una lucha cuerpo a cuerpo, han sido rechazadas. La ventaja es de los Aliados, que han mantenido todas sus posiciones, apoyados por la artillería inglesa.