Corresponsales norteamericanos informan que las más altas autoridades alemanas esperan con gran confianza que el año 1916 les traerá la victoria. Todo su interés y esfuerzo está volcado a ello. Añaden que sería terrible que la guerra continuara hasta 1917, pues en ese caso sí tendrían serios problemas de toda índole. El mayor de ellos se relaciona con los reemplazos para el ejército. Se ha llamado ya a millones de hombres a tomar las armas y el sostenerlos significa una cantidad inmensa de dinero. Por otra parte, todo el esfuerzo se volcará en favor del ejército y se confía en que la poderosa artillería germana pueda seguir añadiendo éxitos en ambos frentes.