La gigantesca conflagración europea hace posible que artistas que nunca habían venido al Nuevo Mundo lo hagan ahora como la única manera de continuar en actividad y ganar dinero. No solo cantantes o actores sino compañías teatrales íntegras viajan a Estados Unidos, Argentina o Brasil. Los escultores y artistas plásticos que no están aún en las trincheras no encuentran mercado para sus obras y comienzan a enviarlas a América, pues en Europa solo se piensa en municiones y comestibles. El gran poeta Gabriele D’Annunzio es actualmente un simple aviador y, desgraciadamente, algunas celebridades han dejado de existir. La Casa Welsch ha importado cuadros de artistas europeos que expone en sus vitrinas limeñas.