Los corresponsales de guerra de los principales diarios de Nueva York han llegado a la conclusión de que la enfermedad del káiser Guillermo II, que oficialmente se anunció como leve, es mucho más seria de lo que se creía. Desde Berlín se dice que el káiser sufre un ataque de angina y al palacio de Potsdam han llegado destacados especialistas. El príncipe heredero ha sido llamado de urgencia a Berlín y han quedado sin efecto las anunciadas visitas del káiser a Constantinopla y al frente occidental. Analistas internacionales temen que la enfermedad de Guillermo II pueda ser fatal y recuerdan que del mismo mal cardíaco murió el emperador Federico, padre del actual monarca alemán.