Un grupo de repatriados procedentes de Iquique, donde residían gozando de relativa comodidad, dedicados a diversos menesteres, visitó ayer nuestra redacción exponiéndonos sus quejas por los atropellos que han sufrido a manos del populacho. Reinaba entre nuestros compatriotas el más grande desconcierto y recordaban los terribles sucesos que los han privado de sus medios de vida y de sus objetos de uso personal. Ellos no conocen su verdadera situación y lo que les espera en el futuro. El Comercio pide que las autoridades los ayuden y nosotros haremos lo propio.
H.L.M.