Según el economista Carlos Gide, los almacenes Bon Marché de París son el ejemplo típico de la ley moderna de concentración, especialización e integración de la industria. Estos grandes almacenes que venden en secciones separadas todos los productos imaginables, fabrican para sí todas sus mercaderías, con el consiguiente ahorro. De ese modo reúnen todo lo que un comprador de cualquier nivel económico necesita, desde botones y alfileres hasta los artefactos, tapices y muebles más refinados. Sus modas femeninas y joyería tienen fama mundial.
H.L.M.